El proyecto, aprobado el miércoles por el Congreso chileno, será promulgado por Piñera una vez que reciba la luz verde del Tribunal Constitucional, lo que puede tardar hasta seis meses.
Previsto inicialmente para prohibir el uso de bolsas de polietileno, polipropileno y otros polímeros artificiales no biodegradables en la Patagonia Chilena, la anterior mandataria, Michelle Bachelet, aumentó el alcance del proyecto de ley a las zonas costeras.
A principios de mayo, Piñera anunció el envío al Congreso de un anexo para ampliar la prohibición a todo el territorio nacional, incorporando incluso las llamadas bolsas biodegradables, al carecer de la certificación necesaria que acredite su efectividad.
Las bolsas plásticas, que se producen en menos de un minuto, mientras que su vida útil es de menos de 30 minutos y tardan 400 años en biodegradarse, terminan en vertederos, en los campos, en la cordillera, en el mar, y le causan un daño muy grande a la naturaleza, recordó el mandatario al enviar el anexo al proyecto ley.
Según el gobierno chileno, entre las costas de Chile y Perú, "hay una isla de bolsas plásticas que tiene el tamaño de un país como México".
Quedan fuera de la prohibición los envases primarios de alimentos, que sean necesarios por razones higiénicas o porque su uso ayude a prevenir el desperdicio de alimentos.
La fiscalización para el cumplimiento de la ley estará a cargo de las municipalidades que podrán imponer multas a los infractores de hasta USD 200.
De todas formas, cuando entre en vigor la prohibición, quedará pendiente el reciclaje, todavía muy deficiente en el país sudamericano.
Con información de AFP
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