La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) canceló este jueves el diálogo nacional con el gobierno de Daniel Ortega, en el cual oficia de mediadora, mientras este siga "reprimiendo y asesinando" brutalmente a los manifestantes.
Los muertos el miércoles durante el Día de la Madre ascienden a 11, seis en Managua y cinco en otras partes del país, luego de que las fuerzas de seguridad y simpatizantes de Ortega atacaran a las marchas que se realizaban ese día para exigir la salida del presidente y su polémica esposa y vicepresidente, Rosario Murillo.
"Los Obispos de la Conferencia Episcopal condenamos todos estos actos de represión por parte de grupos cercanos al Gobierno y queremos dejar en claro que no se puede reanudar la mesa del Diálogo Nacional mientras al pueblo de Nicaragua se le siga negando el derecho a manifestarse libremente y continúe siendo reprimido y asesinado", dice el comunicado del CEN.
"No podemos seguir permitiendo esta violencia inhumana. Rechazamos absolutamente esta agresión organizada y sistemática en contra del pueblo, la cual ha dejado decenas de heridos y algunas personas muertas", agrega el texto en referencia a los hechos del Día de la Madre.
El comunicado oficial lleva la firma del Cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Nicaragua, y de otros nueve obispos.
La CEN aceptó a comienzos de mayo ser mediadora y testigo de un diálogo con el que se espera superar la fuerte crisis que atraviesa el país, como "un gesto de colaborar en la pacificación", según aseguró en aquel momento Brenes Solórzano.
El lunes el episcopado había convocado a los representantes del Gobierno y de la oposición a integrar una comisión especial para intentar destrabar el diálogo, suspendido la semana pasada por desacuerdos entre las partes.
Pero a raíz del rebrote de la violencia de este miércoles, ha retirado la convocatoria.
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