Los representantes del sector privado nicaragüense reclamaron este miércoles elecciones generales anticipadas para superar la crisis política que atraviesa el país tras la represión del régimen de Daniel Ortega de las protestas populares que ha cobrado la vida de más de 80 personas.
Carlos Pellas Chamorro, el empresario más reconocido de Nicaragua, afirmó que el modelo político que ha venido implementando el régimen "se agotó" y que por tanto hay que buscar una salida a la crisis con el adelanto de los comicios presidenciales programados para 2021.
"Hay que encontrar una salida ordenada, dentro del marco constitucional, que implique reformas que conlleven un adelanto de elecciones en Nicaragua para una fecha acordada entre la Alianza Cívica por la Justicia y Democracia y el gobierno, que permitan elegir por medio de un proceso libre y transparente a nuevas autoridades", señaló Pellas en una entrevista publicada por el diario La Prensa.
Pellas es el presidente del Grupo Pellas y es considerado el primer billonario de Nicaragua con una fortuna que supera los 1.100 millones de dólares en negocios en el azúcar, los automóviles, licores, seguros, banca, salud y medios de comunicación.
Como primer paso exigió en lo inmediato "la renuncia de todos los miembros del Consejo Supremo Electoral", señalado de perpetrar diversos fraudes electorales que le han permitido a Ortega mantenerse en la presidencia por 11 años e incluso poner como su vicepresidenta a su esposa Rosario Murillo.
A las declaraciones de Pellas se sumó un comunicado del Grupo Lafise Bancentro, otro de los conglomerados empresariales más importantes del país, que también pidió el adelanto de los comicios.
"Que sea la voluntad popular a través de elecciones anticipadas la que establezca la justicia, la democracia y la libertad en nuestra patria", dijo el comunicado firmado por el presidente del Grupo, Roberto Zamora.
Las manifestaciones, encabezadas en su mayoría por estudiantes, empezaron el 18 de abril tras una reforma gubernamental que subió las contribuciones de trabajadores y empresarios a la seguridad social y al mismo tiempo recortó las prestaciones.
Hasta el 28 de mayo al menos 81 personas habían muerto, 868 resultaron heridas y 438 fueron detenidas.
Amnistía Internacional emitió el martes un informe en el que señaló que las autoridades nicaragüenses han adoptado una estrategia de represión caracterizada por el uso excesivo de la fuerza, las ejecuciones extrajudiciales, el control de los medios de comunicación y el uso de grupos parapoliciales para sofocar las protestas.
El miércoles, cuando se celebra el Día de las Madres en Nicaragua, se ha convocado una marcha encabezada por madres de las víctimas de la represión que recorrerá las principales calles de la capital.
Con información de AP
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