Todos los obispos chilenos presentaron sus renuncias ante el papa Francisco por los casos de abusos, después de haberse reunido con él durante tres días en el Vaticano, anunciaron en una nota conjunta.
Un total de 34 prelados de Chile fueron convocados desde el martes al jueves para reunirse con el papa Francisco después de los graves errores y omisiones en la gestión de los casos de abusos, sobre todo en relación al caso de Juan Barros, acusado de encubrir al sacerdote Fernando Karadima.
En una declaración leída por los portavoces a la prensa, los obispos anunciaron que "todos" han puesto sus "cargos en manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno".
Francisco destacó el jueves que en sus reuniones con los obispos para abordar los casos de pederastia éstos avanzaron su "plena disponibilidad" a colaborar ante los cambios que se tomarán para "restablecer la justicia".
El portavoz vaticano Greg Burke señaló en un comunicado que el pontífice mantuvo a las 18:40 hora local (16:40 GMT) de este jueves el último de los cuatro encuentros con los 34 obispos chilenos llamados a Roma para abordar la gestión poco transparente de los abusos.
Al terminar este "periodo de discernimiento y encuentro fraternal", Francisco entregó a todos los obispos una carta en la que, en primer lugar, agradece su disposición de llevar a cabo este debate "franco frente a los graves hechos que han dañado la comunión eclesial y debilitado el trabajo de la Iglesia de Chile en los últimos años".
En la misiva, el pontífice señala que, "a la luz de estos acontecimientos dolorosos respecto a los abusos -de menores, de poder y de conciencia-, hemos profundizado en la gravedad de los mismos, así como en las trágicas consecuencias que han tenido particularmente para las víctimas".
Recuerda que a finales de febrero recibió en el Vaticano a tres chilenos víctimas del cura Fernando Karadima, James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz, a quienes pidió "perdón de corazón".
Un perdón al que, destaca el Papa, los obispos chilenos "se han unido en una sola voluntad y con el firme propósito de reparar los daños causados".
"Les agradezco la plena disponibilidad que cada uno ha manifestado para adherir y colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones que tendremos que implementar en el corto, mediano y largo plazo, necesarios para restablecer la justicia y la comunión eclesial", indicó.
El pontífice los animó a que, después de estos días de oración y reflexión, sigan "construyendo una Iglesia profética, que sabe poner en el centro lo importante: el servicio a su Señor en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado".
El comunicado completo de la Conferencia Episcopal de Chile
Después de tres días de encuentros con el Santo Padre, y de muchas horas dedicadas a la meditación y a la oración, siguiendo sus indicaciones, los Obispos de Chile deseamos comunicar lo siguiente:
En primer lugar, agradecemos al Papa Francisco por su escucha de padre y su corrección fraterna. Pero especialmente, queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones.
Queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones
Gracias también a Mons. Scicluna y al Rev. Jordi Bertomeu por su dedicación pastoral y personal, así como por el esfuerzo invertido en las últimas semanas para intentar sanar las heridas de la sociedad y de la Iglesia de nuestro país.
Gracias a las víctimas, por su perseverancia y su valentía, a pesar de las enormes dificultades personales, espirituales, sociales y familiares que han debido afrontar, tantas veces en medio de la incomprensión y los ataques de la propia comunidad eclesial. Una vez más imploramos su perdón y su ayuda para seguir avanzando en el camino de la curación y cicatrización de las heridas.
En segundo lugar, queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros.
Queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros
Nos ponemos en camino, sabiendo que estos días de honesto diálogo han sido un hito dentro de un proceso de cambio profundo, conducido por el Papa Francisco. En comunión con él, queremos restablecer la justicia y contribuir a la reparación del daño causado, para reimpulsar la misión profética de la Iglesia en Chile, cuyo centro siempre debió estar en Cristo.
Queremos que el rostro del Señor vuelva a resplandecer en nuestra Iglesia y a ello nos comprometemos. Con humildad y esperanza les pedimos a todos que nos ayuden a recorrer este camino.
Siguiendo la recomendación del Santo Padre imploramos a Dios que en estas difíciles y esperanzadoras horas, nuestra Iglesia sea protegida por el Señor y la Virgen del Carmen.
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