El diálogo nacional de Nicaragua que busca resolver la crisis sociopolítica del país se inició este miércoles en Managua, con la participación del presidente Daniel Ortega, empresarios, sociedad civil, estudiantes universitarios, y los obispos como mediadores.
El diálogo se desarrolla en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, al oeste de Managua, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, que abarca hasta 1.000 metros alrededor de la sede.
Ortega llegó con su esposa y sus dos hijos al diálogo entre insultos de distintas personas que pudieron acercarse al lugar. "Rezan de día y matan de noche" y "Asesino, asesino" fueron algunas de las frases que se escucharon en el arribo del jefe de Estado. Es la primera vez que el mandatario participa de un diálogo de este tipo en sus once años en el poder.
Además, el diálogo fue interrumpido por un grupo de estudiantes universitarios al grito de "¡eran estudiantes, no eran delincuentes!", en relación a los muertes causadas durante las protestas contra Ortega, y le exigieron el cese la represión.
"Presidente, exigimos que cese de inmediato la represión", clamó el representante de los estudiantes en el diálogo, Lesther Alemán, quien fue respaldado por Víctor Cuadras, otro vocero de los jóvenes, momentos antes de que el mandatario iniciara su discurso.
La irrupción de Alemán causó impacto porque interrumpió al presidente con su fuerte voz y porque dejó claro que el tema principal del diálogo debe ser la renuncia de Ortega.
En las afueras del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, donde se desarrolla el diálogo, la población estalló en júbilo, y en las redes sociales no se hicieron esperar las reacciones de apoyo a Alemán.
Nicaragua espera que el diálogo nacional ponga fin a una crisis causada por multitudinarias manifestaciones, que ha cobrado entre 58 y 65 muertes en 29 días. Sin embargo, Ortega no ha logrado aún detener los disturbios que se han generado en varios departamentos del país, especialmente en Masaya en el sureste, Matagalpa en el norte y Juigalpa, en el centro.
En efecto, nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía con saldo de más de 10 heridos, bloqueos y saqueos se registraron en las últimas horas, antes del inicio de las conversaciones.
En ese contexto, la vicepresidente nicaragüense y primera dama, Rosario Murillo, anunció en declaraciones a medios oficialistas que Ortega participa en la instalación de la mesa de diálogo, cuyos "metodología y organización" serán establecidos por el Episcopado, los mediadores del proceso, según explicó.
La agenda de la contraparte del Gobierno, los estudiantes, la sociedad civil y del sector privado está muy clara, en palabras del presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, quien dijo que "lo primero es garantizar la seguridad de los estudiantes, porque en este momento es prioritario".
Los estudiantes han sido la cara más visible de las protestas callejeras, que comenzaron contra unas reformas a la seguridad social que ya fueron derogadas y continuaron debido a la represión que los manifestantes atribuyen a la Policía y a grupos de afectos al Gobierno.
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