El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva no se baja de la contienda electoral, pese a estar detenido. Este lunes, cuando se cumple un mes de su detención, avisó a través de un recado enviado desde su celda en la Policía Federal de la ciudad de Curitiba que es "candidatísimo" a las elecciones presidenciales de octubre próximo en Brasil.
"Me pidió que le mandara un recado a los periodistas y que les avisara que es candidatísimo", aseguró el ex fraile franciscano Leonardo Boff, uno de los principales exponentes de la Teología de la Liberación, tras la visita que le hizo este lunes en prisión a "su viejo amigo", que lidera todos los sondeos de intención de voto para los próximos comicios.
"Lula avisó que sólo renuncia a la candidatura el día en que (Sergio) Moro (el juez que lo condenó) presente una única prueba de que es dueño del apartamento; que mientras no haya pruebas sigue siendo candidato porque quiere volver a gobernar para favorecer a los pobres", agregó Boff, quien tuvo que esperar varios días hasta recibir autorización para visitar al ex jefe de Estado.
Moro dio por comprobado que Lula recibió un apartamento de tres pisos en una playa del estado de San Pablo como soborno por haber favorecido a la constructora OAS con contratos con la petrolera estatal Petrobras.
Además de su prisión para cumplir esa condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero y de los otros seis procesos penales que enfrenta, la candidatura de Lula está amenazada por una ley que inhabilita electoralmente a condenados en segunda instancia.
Pese a esa inhabilitación, el Partido de los Trabajadores (PT), la formación que Lula fundó y lidera, ha dicho que inscribirá su candidatura presidencial en agosto próximo.
La formación pretende presentar recursos ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) y ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte, para que se le permita disputar el pleito incluso condenado en segunda instancia, es decir, inhabilitado.
Boff dio a entender que Lula no considera eso un obstáculo y dijo que le pidió decir que es candidato y que, de vencer las elecciones, repetirá "las políticas para favorecer a los más pobres (de sus dos mandatos)" y las convertirá "en políticas de Estado".
Según el teólogo, el ex mdandatario, pese a estar aislado en una celda en la que sólo conversa con la persona que le lleva los alimentos, está muy bien, con "entusiasmo y vigor", y ha tenido tiempo para leer y reflexionar mucho.
Agregó que Lula también se dijo "muy indignado" con las acusaciones que le hacen y que sólo buscan impedirle volver a la Presidencia.
"Aseguró que son un montón de mentiras y que quiere que prueben una de ellas para que él pueda realmente ser condenado. Agregó que si alguien dice que le entregó cinco centavos, le dirá que es mentiroso porque nunca le dio nada a nadie ni recibió nada de nadie", afirmó.
Según Boff, Lula está justamente indignado por "las falsificaciones, distorsiones y mentiras no sólo para impedir su candidatura y debilitar el PT, sino también para desmoralizar un proyecto (político) que tiene una dimensión social innegable".
Poco después de la rueda de prensa en la que el teólogo divulgó el contenido de su conversación con Lula, la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, divulgó un comunicado en el que explicó por qué la formación no renuncia a la candidatura de su máximo dirigente pese a los diferentes obstáculos.
"Conocemos su vida dedicada al pueblo brasileño y conocemos los vicios, fallas y arbitrariedades del proceso que lo condenó. Policías, fiscales y jueces parciales actuaron con objetivos políticos en complicidad con la red Globo (la televisión de mayor audiencia) y los grandes medios para retirar a Lula del proceso electoral", afirmó la senadora.
Con información de EFE
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