Al menos 27 personas han muerto en Nicaragua en las protestas y en la violenta represión del Gobierno que hundieron al país en el caos tras el anuncio de una reforma de la seguridad social, mientras las marchas y saqueos seguían sucediendo, según informaron este domingo organizaciones humanitarias.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) dijo que intentaban verificar el número de víctimas fatales, pero que la cifra superaba la veintena desde que el miércoles estallaron violentas protestas contra una reforma al sistema de pensiones.
"Nosotros manejamos que los muertos pasan de 20, pero estamos verificando porque hay mucha desinformación. La situación es verdaderamente grave y rebasa nuestras posibilidades de confirmar", dijo a la AFP la presidenta del Cenidh, Vilma Núñez.
La AFP consultó con la policía y el Gobierno para corroborar la información, pero no obtuvo respuesta. De cualquier manera había reportes de que también un policía habría fallecido, de acuerdo con el Confidencial.
Confidencial confeccionó una lista propia de fallecidos identificados, que suman hasta el momento 19, pero citó también las estimaciones de Cenidh.
El Gobierno había informado el viernes de 10 fallecidos, cifra que aumentó el sábado con la muerte de un disparo del periodista Miguel Ángel Gahona en la ciudad caribeña de Bluefields, mientras transmitía por Facebook Live un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas del orden.
En medio del clima crispado, pobladores abarrotaron supermercados y tiendas en busca de víveres, y el domingo se reportaron saqueos en varios establecimientos comerciales.
Las calles de Managua lucían llenas de escombros en puntos donde jóvenes manifestantes bloquearon rutas con piedras o fogatas con llantas y palos.
El llamado del Papa Francisco
El papa Francisco expresó su consternación por el clima de violencia en Nicaragua y clamó por el cese de la violencia.
"Estoy muy preocupado por todo lo que está pasando estos días en Nicaragua. Expreso mi cercanía con la oración por este amado país y me uno a los obispos para pedir que cese toda violencia, se evite un derramamiento de sangre inútil y que las cuestiones abiertas se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad", dijo tras la oración Regina Coeli en la plaza de San Pedro del Vaticano el domingo.
El presidente Daniel Ortega llamó el sábado al diálogo con el sector privado para abordar la reforma del sistema de pensiones, que incrementa las contribuciones obreras y patronales para garantizar la estabilidad financiera del Instituto Nicaragüense de Seguro Social (INSS), que paga las jubilaciones.
Sin embargo, su mensaje generó repudio entre otros sectores que se sumaron espontáneamente a las protestas por sentirse excluidos, lo que terminó por caldear más los ánimos.
El autodenominado movimiento OcupaINSS, uno de los que inició las protestas, reclamó que el diálogo debería de incluir las voces de todos los sectores que han "demandado una discusión amplia e inclusiva (…) sobre la forma en que han venido tomando decisiones autoritarias y sin consulta".
Igualmente, el gremio empresarial respondió a Ortega que "no puede haber un diálogo" si el Gobierno "no cesa de inmediato la represión policial" y respeta la libertad de manifestación y de prensa.
(Con información de EFE y AFP)
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