La situación en las cárceles de Brasil es cada vez más insostenible. Este martes se produjo una nueva masacre tras un intento de fuga en el que murieron al menos 20 personas. Entre ellas un vigilante penitenciario.
El hecho tuvo lugar en el complejo penitenciario de Santa Izabel, ubicado en la ciudad amazónica de Belém, al norte de Brasil.
Las autoridades informaron que hubo un "intenso intercambio de tiros" entre los agentes y los reos que intentaban darse a la fuga.
El enfrentamiento se desató cuando un grupo de internos trataba de huir con apoyo de hombres "fuertemente armados" en las afueras del centro que incluso lanzaron "explosivos" contra uno de los muros, precisó la Secretaría de Seguridad del estado de Pará en un comunicado.
Fue en ese momento cuando se produjo "un intenso intercambio de tiros entre el equipo que realizaba el intento de rescate en apoyo externo, parte de los custodiados y el equipo del Batallón Penitenciario", detalló.
Además del agente fallecido, "está confirmada la muerte de otras 19 personas, entre presos e integrantes del grupo criminal de rescate", precisó la secretaría.
La dependencia, que reforzó la seguridad del centro sin poder determinar aún si hay internos fugados, asegura que los presos también tenían armas dentro del presidio.
Otros cuatro agentes de seguridad resultaron heridos, y uno de ellos se encuentra en estado grave.
Hasta el momento fueron decomisados dos fusiles, tres pistolas y dos revólveres de los criminales que estaban fuera del centro penitenciario.
Las saturadas cárceles brasileñas, dominadas mayormente por grupos criminales, son a menudo escenario de violentos motines.
Con información de AFP
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