El mensaje que grabó Lula da Silva antes de entregarse a la Policía Federal

El ex presidente de Brasil fue condenado a 12 años de prisión por sus vínculos con el escándalo de corrupción del Lava Jato. "Los que nos persiguen pueden hacer lo que quieran, pero jamás podrán aprisionar nuestros sueños", señaló en un video de animación publicado por su Partido de los Trabajadores

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Antes de entregarse a la Policía Federal y después de la misa en honor de su fallecida ex esposa, Marisa Letícia, el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, grabó un mensaje para sus seguidores que fue luego publicado el sábado por el Partido de los Trabajadores (PT).

"Los que nos persiguen pueden hacer lo que quieran, pero jamás podrán aprisionar nuestros sueños", puede escucharse en boca de Lula este mensaje ilustrado por una animación que destaca los logros de su gobierno. El video fue publicado el sábado por el PT en su cuenta de Facebook.

Lula, llegando a la prisión en Curitiba donde pasó la primera noche (AFP)
Lula, llegando a la prisión en Curitiba donde pasó la primera noche (AFP)

"Quien me condenó sin pruebas sabe que soy inocente y que goberné con honestidad", agrega Lula, en presunta referencia al juez Sergio Moro, que ordenó la prisión del ex mandatario por sus vínculos al escándalo de corrupción del "Lava Jato" y basándose en la evidencia de un departamento que habría recibido como soborno. Recibió una sentencia de más de 12 años de prisión.

El sábado por la noche Lula llegó a la sede de la Policía Federal en Curitiba, donde pasó su primera noche en la cárcel y a la espera de ser trasladado al Complejo Médico Penal de Pinhais.

El texto completo de su mensaje:

Mis amigos, mis amigas.

He pensado mucho sobre el camino que nuestras vidas han tomado. El futuro, al fin y al cabo, no parece ser un lugar tan distante.

No es que nuestra vida haya sido fácil, lejos de eso.

Sentimos en la piel lo que pasa un pueblo olvidado, pero sabemos que ninguna carga es tan pesada que no se pueda llevar.

Quien sobrevive después de pasar por tanta dificultad aprende, desde temprano, que el honor es nuestro bien más valioso.

A lo largo del camino, conocí a mucha gente que sólo necesitaba una oportunidad para caminar con sus propias piernas y construir con dignidad la propia vida.

Fue esa idea de un Brasil más justo que embaló nuestros mejores y más generosos sueños. Un país sin hambre, con escuela, casa y empleo para todos.

Mira hacia atrás y veo que podríamos haber hecho más. Siempre es posible hacer más. Pero las oportunidades que creamos en un país tan desigual e injusto parecen aún mayores en los días difíciles de hoy.

Yo ya fui preso una vez, mi vida fue toda revirada, mi familia fue perseguida y perdí a mi eterna compañera.

No tengo miedo de lo que está por venir. Mientras me quede al menos un minuto de vida, ese minuto va a ser para luchar por la dignidad de nuestro pueblo. Y defender nuestro honor.

El honor del niño que cruzó el país para vencer el hambre y se convirtió en gusano. Del adolescente que se convirtió en un joven obrero. Del hombre que se hizo padre y luchó con todas las fuerzas para representar al pueblo brasileño. En las tardes de incertidumbre de mi juventud nunca imaginé ser posible. Pero fue. Me convertí en el presidente del pueblo brasileño.

Quien me condenó sin pruebas sabe que soy inocente y que goberné con honestidad. Los que nos persiguen pueden hacer lo que quieran, pero jamás podrán aprisionar nuestros sueños.

Un gran beso, con mucho cariño, del compañero Lula.

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