Lula, refugiado en la sede del sindicato metalúrgico en São Bernardo do Campo
Luego de que el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva se resistiera al arresto el viernes tras el vencimiento del plazo decretado por el juez Moro, las negociaciones entre los abogados del ex mandatario y la Policía Federal entraron en una especie de cuarto intermedio hasta este sábado en el que Lula asistió a la misa por su difunta esposa en el edificio donde se encuentra refugiado.
"Dilma (Rousseff) fue la persona que me dio la tranquilidad de hacer casi todo lo que conseguí hacer en la Presidencia", dijo Lula frente a sus simpatizantes y junto con su aliada en el Partido de los Trabajadores (PT), quien fue destituida de la Presidencia en 2016.
Las autoridades evaluaron que era muy peligroso un arresto en el Sindicato de Metalúrgicos de São Bernardo do Campo, en las afueras de San Pablo. Miles de simpatizantes de Lula llegaron al lugar y el operativo podía terminar en episodios de violencia.
Como la ceremonia en memoria de Marisa Leticia estaba pautada para las 9:30, se especulaba que Lula podría ponerse a disposición de la Justicia o ser detenido después del evento. Aliados del PT que llegaron al lugar para acompañar durante el evento religioso confirmaron que el ex presidente se entregaría.
"No conozco los detalles, pero él se va a entregar después de la misa", dijo el senador Humberto Costa al periódico O Globo.
La misa finalmente comenzó a las 10:45, hora local. El ex mandatario estuvo acompañado de sus principales aliados y seguidores. La presidente destituida Dilma Rousseff dijo que "Lula se inspiró en los valores de San Francisco", al igual que el papa Francisco.
"Lula es un hombre de religión y de fe", consideró la política del PT.
Mientras que los asistentes gritaban "¡No se entrega!".
Al término de la ceremonia, el ex presidente habló ante los presentes, por primera vez desde que se supo el fallo del Supremo Tribunal Federal.
Si Lula cumple con lo señalado y se dispone a entregarse, será transportado a Curitiba en un avión de la policía. La negociación está dirigida por los superintendentes de la Policía Federal en São Paulo y Curitiba, que mantienen informado al director general de la corporación, Rogério Galloro.
Según los medios brasileños Folha de Sao Paulo y O Globo, Lula ya habría negociado con la Policía su entrega una vez que culmine la misa.
Amanhã dona Marisa faria 67 anos! Nao estará celebrando com Lula e sua família. As 9:30h teremos, no sindicato dos metalúrgicos, uma missa em sua homenagem!#LulaValeALuta
— Gleisi Hoffmann (@gleisi) April 6, 2018
Jornada tensa
Durante todo el viernes, miles de personas llegaron al sindicato donde Lula permanece atrincherado desde el jueves a la noche. Se montó un escenario y los dirigentes petistas desfilaron cada uno con su discurso. Durante la tarde, la palabra más esperada era la del ex mandatario pero su intervención tampoco se concretó.
La decisión de cancelar su discurso fue tomada por consejo de los propios letrados que lo asesoran, ya que una intervención encendida podía ser considerada un "desafío" a la orden de Moro.
Una vez que sea detenido, Lula será trasladado a Curitiba, donde ingresará a una "sala especial", que cuenta con "una cama, con una mesa con sillas y un baño" y que está aislada del resto de detenidos.
Esa "sala especial" reservada para Lula tiene 15 metros cuadrados, se ubica en el cuarto piso de la sede y ha sido habilitada para él en virtud de su condición de ex mandatario.
La Policía indicó además que el líder del Partido de los Trabajadores solo podrá recibir visitas los miércoles de sus familiares más próximos, mientras que el resto necesitará una autorización judicial.
En la sede de la Policía Federal de Curitiba se encuentran 20 detenidos, siete de ellos por el caso Petrobras, el gigantesco escándalo de corrupción destapado en el seno de la petrolera estatal por el que ha sido condenado Lula, además de otros importantes políticos y empresarios.
"Querem me prender pra calar a minha voz. Mas eu falarei pela voz de vocês", @LulapeloBrasil . #OcupaSaoBernardo pic.twitter.com/hLB9k4scnZ
— PT Brasil (@ptbrasil) April 6, 2018
A las puertas de la institución, situada en el barrio Santa Cándida, en la zona norte de Curitiba, se congregaron periodistas, agentes de seguridad y manifestantes a favor de la detención de Lula.
Lula fue condenado en julio del año pasado por el juez Sérgio Moro, encargado en primera instancia de las investigaciones del caso Petrobras, a 9 años y 6 meses de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Moro dio por comprobado que el ex presidente se benefició con un apartamento en la playa a cambio de favorecer a la constructora OAS en la adjudicación de contratos públicos de Petrobras.
La condena fue ampliada hasta los 12 años y 1 mes por un tribunal de apelación, y Moro dictó el auto de prisión menos de un día después de que el Tribunal Supremo negara un habeas corpus a la defensa de Lula.
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