La defensa de Luiz Inácio Lula da Silva no ha hecho una "definición exacta" sobre la posible entrega del ex presidente a la Justicia, según fuentes policiales, que no descartaron la posibilidad de que se entregue en San Pablo.
"No hay una definición exacta de lo que quieren hacer", señalaron fuentes de la Policía Federal a un reducido grupo de periodistas a las puertas de la sede del organismo en la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil.
El juez federal Sérgio Moro dictó el jueves un auto de prisión que da tiempo a Lula hasta las 17:00 hora local (20:00 GMT) de este viernes para entregarse en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba por una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero.
Según la web del diario Folha de Sao Paulo, Lula habría decidido en las últimas horas no presentarse en Curitiba, tras pasar la noche en la sede del sindicato de Metalúrgicos de São Bernardo do Campo, en las afueras de San Pablo.
Lula, según Folha, pasó la noche "tranquilo, bien dispuesto", e incluso hizo sus ejercicios matinales diarios, y estuvo arropado por sus hijos, por la cúpula del Partido de los Trabajadores y por dirigentes sindicales.
La Policía Federal confirmó que ha habido algún contacto con la defensa del ex mandatario, quien se encuentra a unos 400 kilómetros de Curitiba. También indicaron que por el momento no enviarán agentes al Sindicato Metalúrgico de São Bernardo do Campo, porque quieren evitar enfrentamientos y derramamiento de sangre de los manifestantes que dicen estar dispuestos a todo por defender a Lula.
Fuentes de la Policía no descartaron que el ex presidente (2003-2010) se entregue en alguna dependencia de San Pablo y de allí sea trasladado a Curitiba, donde ingresará a una "sala especial", que cuenta con "una cama, con una mesa con sillas y un baño", y está aislada del resto de detenidos.
Esa "sala especial" reservada para Lula tiene 15 metros cuadrados, se ubica en el cuarto piso de la sede y ha sido habilitada para él en virtud de su condición de ex mandatario.
La Policía indicó además que el líder del Partido de los Trabajadores solo podrá recibir visitas los miércoles de sus familiares más próximos, mientras que el resto necesitará una autorización judicial.
En la sede de la Policía Federal de Curitiba se encuentran 20 detenidos, siete de ellos por el caso Petrobras, el gigantesco escándalo de corrupción destapado en el seno de la petrolera estatal por el que ha sido condenado Lula, además de otros importantes políticos y empresarios.
A las puertas de la institución, situada en el barrio Santa Cándida, en la zona norte de Curitiba, por el momento solo hay periodistas y el movimiento habitual de personas que acuden al local para realizar diversos trámites burocráticos.
Lula fue condenado en julio del año pasado por el juez Sérgio Moro, encargado en primera instancia de las investigaciones del caso Petrobras, a 9 años y 6 meses de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Moro dio por comprobado que el ex presidente se benefició con un apartamento en la playa a cambio de favorecer a la constructora OAS en la adjudicación de contratos públicos de Petrobras.
La condena fue ampliada hasta los 12 años y 1 mes por un tribunal de apelación y Moro dictó el auto de prisión menos de un día después de que el Tribunal Supremo negara un habeas corpus a la defensa de Lula.
(Con información de EFE)
MÁS SOBRE ESTE TEMA: