Leosbani P.L., de la localidad oriental de Bayamo, sufre "retraso mental severo" y durante meses ingirió todo tipo de artilugios, hasta que en junio del año pasado empezó a mostrar síntomas de malestar, publica el diario Juventud Rebelde.
Un cortaúñas, tijeras, hebillas, fragmentos de acero, pedazos de pestillo, alambres, siete piedras pequeñas, un trozo de vidrio y distintos tipos de metal de hasta 11,5 centímetros de largo fueron los objetos extraídos del tubo digestivo del hombre durante una "complicada" cirugía practicada en octubre pasado en el hospital Carlos Manuel de Céspedes.
“Por las radiografías y otros estudios sabíamos que íbamos a extraer cuerpos extraños, pero jamás imaginamos encontrar tantos y con un tamaño tan sorprendente”, dijo la cirujana María Julia Ojeda, que dirigió la operación.
Señaló que "es difícil de explicar cómo pasaron una cabilla rectangular pesada o la tijerita que se encontraba abierta dentro del estómago".
Para el especialista en Gastroenterología Yoel Ricardo Serrano, de ese mismo hospital, "es muy raro que hayan pasado por el esófago tal cantidad de objetos sin perforarlo", pues "ese órgano no tiene un diámetro muy amplio y a veces se daña hasta con una espina de pescado".
El hombre, que reside con su madre y su abuela, recibió el alta médica en noviembre pasado y se ha recuperado del todo, asegura el artículo.
Una tía de Leosbani, Ivia López, declaró que su sobrino recuperó el apetito poco después de la operación "y sorprendió a sus allegados cuando expulsó en el baño otro fragmento de pestillo que no había podido ser extraído".
Con información de EFE
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