El Gobierno de Brasil comenzará en 15 días la transferencia a varios estados del país de venezolanos que llegaron al estado fronterizo de Roraima y que están en condiciones de trabajar, según informó el miércoles una funcionaria.
El proceso de redistribución comenzará dentro de dos semanas, detalló el ministro jefe de gabinete, Eliseu Padilha, a la salida de la primera reunión del comité especial conformado hace diez días para atender la situación.
"Ellos [los venezolanos] padecen el hambre. El año pasado la población venezolana rebajó una media de ocho, nueve kilos. Es una situación seria, una crisis humanitaria a la que no podemos darle la espalda", dijo Padilha.
"Hay tres tipos de personas: Las que vienen a buscar comida o medicamentos o tratamientos de salud para su familia; las que llegaron para quedarse allí en la región, especialmente familias indígenas; y quienes quieren moverse a ciudades donde puedan trabajar", sostuvo.
Unos 40.000 venezolanos se han establecido en el estado de Roraima, que marca la frontera terrestre con Venezuela, según cifras oficiales.
El flujo migratorio, que ha aumentado progresivamente desde 2015, ha colapsado la estructura de este estado de 330.000 habitantes, denuncian las autoridades regionales que exigen al gobierno federal recursos y medidas urgentes para paliar la crisis.
El gobierno comenzará en los próximos días una selección más efectiva para conocer la formación y la experiencia de los inmigrantes y cuál es su disposición a salir de la región a otros estados.
Según Padilha, el gobierno calcula un gasto en Roraima de 70 millones de reales en alimentos y medicamentos, especialmente, incluyendo vacunas que serán aplicadas a la población y a los venezolanos.
Miles de venezolanos cruzan a diario las fronteras terrestres hacia Colombia y Brasil huyendo de una agravada crisis política y económica en el país gobernado por Nicolás Maduro, sucesor del fallecido caudillo Hugo Chávez.
Para garantizar la atención a los inmigrantes, el gobierno de Michel Temer ha declarado a esa región en "estado de vulnerabilidad", lo que le permite al Estado redoblar la ayuda financiera.
Asimismo, al igual que Colombia, Brasil ha facilitado el acceso de los venezolanos a la documentación necesaria, a los servicios de atención públicos y también ha adoptado programas para agilizar su inserción en el mercado de trabajo.
La migración venezolana también ha ido mucho más allá de los vecinos Brasil y Colombia, según datos de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
De acuerdo a ese organismo de la ONU, unos 133.000 venezolanos han pedido refugio en otros países entre 2014 y 2017 y a ellos se agregan otros 363.000 que se han acogido a otras "alternativas legales", ofrecidas especialmente por países latinoamericanos.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)
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