El régimen cubano se prepara para avanzar finalmente en la ya antes anunciada unificación de sus dos monedas paralelas, una de ellas atada al dólar, poniendo a fin a una medida de emergencia que constituía una traba para la lenta apertura económica encarada por Rául Castro desde 2008.
Según reporta la agencia AFP, se espera que en la reunión del Comité Central del Partido Comunista de Cuba pautada para marzo se tome la decisión final de abandonar el Peso Cubano Convertible (CUC , en paridad con el dólar) en favor del Peso Cubano (CUP, actualmente valuado en 25 por cada dólar).
En la isla operan estas dos monedas nacionales de curso legal desde 1994, cuando se creó el CUC en medio de la crisis económica desatada tras el fin de la Unión Soviética, y ante la imposibilidad de usar dólares en sus transacciones internacionales y en medio del bloqueo de Estados Unidos.
Utilizado inicialmente por turistas, se masificó. Los supermercados etiquetan en ambas monedas y da lo mismo pagar en una u otra moneda, aunque los trabajadores independientes prefieren CUC.
Pero la implementación no será fácil, ya que además de retirar los CUC se deberá eliminar también la tasa preferencial de cambio que tienen las empresas estatales, y los expertos temen que la medida provoque un shock económico, inflación y desabastecimiento.
De hecho el fin del CUC ya se había insinuado en 2003 e incluso anunciado en 2013, aunque por los temores antes citados el régimen avanzó sólo en permitir el uso de CUP y CUC para realizar pagos, pero no llevó a cabo en la unificación. Pero la mayoría en Cuba cree que esto necesario para avanzar en las medidas de apertura económica y atraer inversiones.
En 2008 Raúl Castro, quien acababa de suceder a su hermano Fidel dos años antes, lanzó un programa de reformas económicas en el gobierno comunista que rige en la isla desde 1959: flexibilizó los negocios privados y trató de impulsar la inversión extranjera. Empezó a pagar deuda externa. Cuba creció un 1,6% en 2017 y 0,5% en 2016.
Pero para sincerar su economía y abrirse más al mundo, debe eliminar este año el CUC. A fines de 2017 Castro dijo que el tema no podía esperar más. Economistas creen que se hará por etapas y empezaría por las empresas estatales, pero no está claro si el proceso comenzará antes de que Castro deje el poder, sucesión anunciada para el 19 de abril.
"La dualidad monetaria crea dificultades sobre la medición económica, para saber si el país tiene competitividad. La doble moneda enrarece la visión", explicó a la AFP el economista Omar Everleny Pérez.
En 2015 comenzaron a emitirse billetes CUP con valores de 200, 500 y 1000, para hacer más prácticos los pagos, pues sólo abundaban de 20 y 100, en una medida preparatoria para el retiro del CUC.
Y es que los artículos más costosos en la economía cubana se pagan ahora en la moneda atada al dólar. A manera de ejemplo, un refrigerador importado cuesta unos 700 CUC, o unos 17.500 CUP, difícil de pagar en billetes de 20.
El temor a la inflación
La tasa preferencial de 1 CUP por 1 USD (cuando la relación en el mercado es 25 a 1) permite a las empresas estatales, que representan el 85% de la economía del país, abaratar sus costos de compra. Cuando eso acabe, importarán sus insumos ya no a 1 por 1 sino a un tipo de cambio "normal", que será más alto.
Los costos se encarecerán y se trasladarán al precio de venta al público. Economistas coinciden en que Cuba no tiene las reservas suficientes para subvenciones.
La situación es compleja en un país con salarios estatales de 30 dólares en promedio y donde una botella de aceite cuesta dos dólares, casi el 7% del sueldo.
Pérez recuerda que el incipiente sector privado, como restaurantes y hosterías, ha trabajado por años con una tasa de USD 1 por 24 CUP.
En cambio, las exportadoras recibirán más pesos por dólar vendido y harán contrapeso. "Los sectores beneficiados deberían estar en condiciones de pagar mayores salarios y los perdedores deberían cerrar o fusionarse", consideró el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Colombia.
Si bien un mayor salario ayuda, el temor de un alza de precios puede generar sobredemanda en un país que importa más del 80% de lo que consume.
Una moneda para sobrevivir a la Unión Soviética
Cuando el gigante soviético se desmoronó en 1991, Cuba perdió su principal apoyo económico y político, y entró en una profunda crisis.
El comercio, subsidiado por la URSS, cayó un 75%. El país se paralizó y el gobierno, único empleador, continuó pagando salarios a casi 5 millones de trabajadores que no producían. Esto se conoció como el "período especial", marcado por desabastecimientos, protestas e inflación.
Como medida de emergencia, el 26 de julio de 1993 el entonces presidente Fidel Castro autorizó que los emigrados enviaran remesas en dólares a sus familiares, y aceptó inversiones extranjeras. Permitió también la libre circulación del dólar, cuya tenencia estaba penalizada.
Pero como Estados Unidos, que mantiene un bloqueo sobre la isla, comenzó a penalizar a las entidades financieras que aceptaban dólares provenientes de Cuba, finalmente el régimen admitió sólo al CUC como su equivalente.
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