La invasión del camión
El Ministerio de Cultura de Perú denunció al conductor de un camión que dañó tres milenarios geoglifos en la pampa de Nasca, en la costa sur del país, tras ingresar en la zona patrimonial sin autorización, por la que podría pasar hasta seis años en prisión.
El camión de la empresa Transportes Pakatnamu ingresó el pasado sábado a la pampa donde se encuentran las Líneas de Nasca, un conjunto de antiguos geoglifos que reproducen animales y plantas, y dejó huellas en una área de 50 por 100 metros, lo que afectó la superficie y parte de tres geoglifos.
En un comunicado, el Ministerio agregó que el conductor, Jainer Flores Vigo, fue denunciado ante la Policía Nacional de Nasca, tras ser intervenido por los vigilantes que advirtieron los hechos, a pesar de la señalización que indica que se trata de un área patrimonial y se impide su libre acceso.
(La explicación del conductor)
El Ministerio de Cultura señaló que trabaja en coordinación con la Fiscalía de Nasca y la Policía Nacional para que el caso sea sancionado de acuerdo con el Código Penal, que establece penas de entre 3 y 6 años de prisión. Por su parte, el fiscal penal de Nasca, Pavel Ramos Peralta, indicó que solicitaría una prisión preventiva de nueve meses.
Antecedentes
Las líneas de Nasca ya han sido afectadas anteriormente. En septiembre del 2015 un sujeto ingresó y escribió su nombre en uno de los geoglifos, y fue detenido y puesto a disposición de la fiscalía.
En 2014, activistas de Greenpeace ingresaron en este Patrimonio de la Humanidad, en el área donde está el geoglifo del colibrí, y colocaron 45 telas amarillas con el mensaje: "Time for Change! The future is renewable, Greenpeace" (¡Tiempo de cambio! El futuro es renovable, Greenpeace).
El hecho ocurrió durante la Conferencia de la ONU sobre el clima, que se celebró en Lima en diciembre de 2014. En mayo pasado, la Justicia condenó a dos años y cuatro meses de prisión suspendida y una multa de casi USD 200 mil al activista austríaco Wolfgang Sadik.
Las líneas de Nasca, parte de los principales atractivos preincaicos de la región Ica, en el desierto sur del país, son geoglifos de más de 2.000 años de antigüedad con figuras geométricas y de animales, que solo pueden ser apreciadas desde altura.
Su real significado es un enigma: algunos investigadores las consideran un observatorio astronómico y otros un calendario. En tanto, algunos especialistas consideran que eran ceremoniales y estaban relacionadas con el agua.
(Con información de EFE y AFP)
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