El pasado 5 de enero, cuando el ex presidente Rafael Correa llegó a Ecuador a encabezar una cruzada a favor del No en la consulta Popular del 4 de febrero, no se imaginó que le iba a salir el tiro por la culata y que su carácter explosivo e intolerante así como los 10 años de acallar a todo crítico le pasarían una factura cara para sus objetivos políticos y más cara aún en su afán de medir el pulso con su otrora amigo y coideario, el actual presidente Lenín Moreno.
Correa, dicen en Ecuador, sembró vientos y está cosechando tempestades: el otrora temido mandatario está siendo recibido con huevos y tomates en sus recorridos por el país.
La consulta impulsada por Moreno preguntará a los ecuatorianos si están de acuerdo con enmendar la constitución para sancionar a los condenados por actos de corrupción con su inhabilitación para participar en la vida política y pérdida de sus bienes; si están de acuerdo en que todas las autoridades de elección popular puedan ser reelectas una sola vez, dejando así sin efecto la reelección indefinida; en reestructurar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, así como dar por terminado el periodo constitucional de sus actuales miembros y nombrar uno transitorio; en no permitir la prescripción de los delitos sexuales contra niños y adolescentes.
Los ecuatorianos, además, serán consultados sobre si están de acuerdo en que se prohíba la minería metálica en todas sus etapas, en áreas protegidas, en zonas intangibles, y centros urbanos; en que se derogue la Ley conocida como Ley de Plusvalía, y en incrementar la zona intangible al menos 50.000 hectáreas y reducir el área de explotación petrolera autorizada por la Asamblea Nacional en el Parque Nacional Yasuní de 1.030 hectáreas a 300 hectáreas.
Porcentaje de indecisos aún alto
Aunque, según la encuestadora Cedatos, el porcentaje de indecisos es alto (alrededor del 35%), la mayoría de encuestas coinciden en que el 4 de febrero el SI ganaría en las 7 preguntas, en algunas de ellas con márgenes elevados en relación al NO, y en que cuando falta tan poco para el cierre de campaña (1° de febrero) y para la propia consulta es poco probable que la tendencia cambie significativamente.
En Ecuador están habilitados alrededor de 13 millones de ciudadanos para acudir a las urnas. De acuerdo con la última encuesta de Cedatos, cerrada el 15 de enero, un 74% de los consultados aprueban la convocatoria de Moreno a consulta popular.
Esa encuesta de Cedatos, basada en una muestra de 1.862 personas en 15 ciudades de Ecuador, reveló que la intención de voto al 15 de enero a favor del SI va de 70% en la pregunta que tiene que ver con derogar la relección indefinida para garantizar la gobernabilidad hasta casi un 84% en la pregunta para sancionar a funcionarios públicos por actos de corrupción, mientras que la intención de voto por el NO va entre el 16% en torno a la pregunta para sancionar a los funcionarios públicos hasta el 29% en la derogatoria de la reelección indefinida.
La encuestadora Opinión Pública, mientras tanto, con una muestra de 1.902 casos, encontró un apoyo para el SI que va desde el 58% en la pregunta relativa a reestructurar el Consejo de Participación Ciudadana hasta el 75% en las preguntas relativas a sanción a los corruptos y en la imprescriptibilidad de delitos sexuales contra niños y adolescentes, mientras que el apoyo al No va desde casi el 14% en la pregunta para sancionar a los corruptos hasta el 27% en la pregunta para dejar sin efecto la reelección indefinida.
De las siete preguntas, tres son las que han centrado la campaña en contra del ex presidente: la pregunta dos, que consultará a los ecuatorianos si están de acuerdo en que todas las autoridades puedan ser electas una sola vez, dando así al traste con la reforma que aprobaron sus aliados en el 2015 para dar paso a la reelección indefinida; la pregunta tres, que daría por terminado el período de los actuales miembros del Consejo de Participación Ciudadana, el organismo que nombra a las autoridades de control, para reestructurarlo, y la pregunta seis sobre la Ley de Plusvalía, que en el 2016 le costó a Correa una serie de masivas protestas en todo el país.
Pero son las preguntas dos y tres las consideradas claves para Correa, pues un SI le impediría retornar a Ecuador como el candidato redentor en el 2021; la pregunta tres, en cambio, de ser aprobada, podría ponerlo en apuros pues perdería el control de un organismo clave para la designación de funcionarios, un organismo que resultó un apéndice del partido de gobierno, según afirma Gabriela Calderón, investigadora del Instituto Cato, una fundación de estudios públicos, no partidista, con sede en Washington, DC.
"Nadie se ha esmerado más en la campaña por la consulta que Correa, ni siquiera el presidente Lenín Moreno que la propuso y debió protagonizar la campaña", dice Calderón. "Es revelador que Correa se haya esmerado tanto e incluso que retorne a Ecuador habiendo procesos en la justicia que lo podrían implicar. Si se arriesga debe ser que tiene mucho que perder con los resultados de la consulta".
Si el No gana en la pregunta dos no habría impedimento alguno para que Correa se postule en el futuro nuevamente a la presidencia y nada exigiría la alternancia democrática en el poder, pese a la tradición en este sentido que tiene el país en todas sus constituciones, incluida la que fue reescrita por los aliados de Correa en el 2008, según una investigación de Calderón.
Correa, la cabeza de la campaña por el NO
Correa, que ha dicho que la consulta popular "destruye el estado de derecho" y configura un "golpe de estado", al tiempo que calificó a Moreno de traidor, no dudó en retornar de Bélgica donde reside actualmente para hacer campaña por el No, aunque según dicen en este país andino su presencia se ha convertido en la mejor campaña a favor del SI, en medio de un ambiente más bien apático que ha despertado con actos de violencia generados por la presencia de Correa en distintos sitios de Ecuador.
Corra no dudó en retornar de Bélgica para hacer campaña por el NO, perosu presencia se ha convertido en la mejor campaña a favor del SI
"Genio y figura hasta la sepultura" dice un popular refrán en Ecuador y los hechos parecen reafirmarlo: en el último mes Correa no ha podido controlar su temperamento y sus caravanas se han caracterizado por violencia física y verbal contra sus detractores, a tal punto que en las redes sociales se ha creado la etiqueta #CaravanadelOdio
El 18 de enero una mujer fue agredida por simpatizantes de Correa al norte de Quito, luego de que éste dijera "atiendan a esa malcriada", que se encontraba en un grupo de personas que gritaban "ladrón" a Correa. Los videos sobre la agresión circularon sin tregua en redes sociales, junto con otros en los que se puede apreciar a los simpatizantes de Correa golpeando o insultando a quienes lo cuestionan y defienden el SI en la consulta.
La asambleísta María Mercedes Cuesta incluso denunció públicamente que su madre, María Concari, de 61 años, fue insultada por Rafael Correa con el calificativo de "pelucona", acuñado por el mandatario y con el cual durante sus 10 años de gobierno insultaba a sus opositores. "Cobarde! Cobarde! @MashiRafael mi madre tiene 61 años y es sobreviviente de cáncer. Eres un pobre hombre cobarde miserable!", dijo la asambleísta en su cuenta de twitter mientras su madre contó que el 15 de enero mientras estaba en un restaurante con unas amigas pasó la caravana de Correa y la gente comenzó a gritar Sí, tras lo que fue insultada por Correa y luego dos mujeres le pegaron una paliza con la intención de romperle la cabeza contra un poste, según el testimonio que recoge el portal de la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios).
Correa, quien asegura que el NO para la consulta tiene un fuerte crecimiento, en cambio dice ser víctima de sus opositores políticos y "de los tirapiedras de siempre".
En los últimos días se ha vuelto una constante que los opositores de Correa en diversas poblaciones que recorre lo acorralen, gritando fuera Correa, fuera ladrones y lanzándole huevos o tomates, mientras el ex mandatario que baila y canta a favor del NO en un camión debe ser protegido por sus guardaespaldas con paraguas y cartones e incluso esperar que la gente se retire para salir de determinados sitios, imágenes muy lejanas de los tiempos en que el entonces primer mandatario mandaba a apresar a quien "le faltaba al respeto" y atentaba contra "la majestad presidencial", haciéndole una yuca u otra señal o gritándole cosas que él consideraba insultos.
En la mayor efervescencia, el 24 de enero, en la población de Vinces, en la costa ecuatoriana, el ex presidente y sus partidarios intentaron entrar a la fuerza a una casa, desde la que le tiraron huevos.
Según reportó Diario La Hora, el ex mandatario con micrófono en mano hizo parar la marcha del vehículo en el que hacía campaña para bajarse y meterse a la vivienda; el incidente llegó a tal magnitud que agentes policiales tuvieron que intervenir y se enfrentaron con miembros de la seguridad de Correa, protagonizándose una pelea, mientras que los pobladores congregados afuera de la casa lamentaban que la seguridad de la que goza Correa, gracias a un decreto presidencial que él firmó antes de salir del Gobierno, sea pagada con los impuestos de los ecuatorianos.
"Debe ser que Correa tenía mucho que perder para que haya venido a hacer campaña, porque es difícil pensar que las personas muy cercanas a él no se hayan dado cuenta del revés: el Ecuador de ahora no es el mismo del 2007. A lo largo de este último año se ha vivido una especie de primavera de la libertad de expresión aunque la estructura para intervenir desde el ejecutivo sobre las autoridades de control y el poder judicial sigue intacta", insiste Calderón.
Correa, mientras tanto, en su cuenta de twitter asegura que "ahora los violentos se sienten dueños de la Patria. ¡Otra razón para decirles NOOOOO!" y que él ha sido "el paradigma del respeto y la tolerancia" y exige que le respeten.
Según Sebastián Hurtado, presidente de la Consultora Profitas, las preguntas de impacto político dentro de la consulta son la 2 y la 3, pues buscan debilitar el poder de Rafael Correa y su facción e incrementar el poder de Lenín Moreno y su facción.
"Con un triunfo en la consulta popular, Lenin Moreno busca control sobre la institucionalidad del Estado, sobre el movimiento político Alianza País y sobre el bloque de legisladores de este movimiento en la Asamblea Nacional", dice Hurtado. "Con un triunfo del SI, Correa quedará muy debilitado y perderá su influencia sobre entidades claves como el Consejo de Participación Ciudadana, la Corte Constitucional, entre muchas otras".
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