Mientras el papa Francisco se trasladaba en el papamóvil por las calles de Iquique, tras encabezar la misa que ofreció durante el último día de la visita a Chile, sucedió un hecho curioso. Una carabinera se cayó de su caballo y el papa Francisco se bajó del papamóvil para observar qué le había pasado e intentar socorrerla.
Momentos después del incidente, llegó una ambulancia al lugar para confirmar que todo estuviera en orden y, así, el Sumo Pontífice continuó su traslado de forma normal.
El Papa se dirigía a un almuerzo en la casa de retiros del Santuario de Lourdes. Luego de ese evento, irá hacia el aeropuerto de Iquique, donde lo esperará la presidente chilena, Michelle Bachelet, antes de su partida a Perú.
En Iquique, una ciudad emplazada en el desierto de Atacama en la norteña región de Tarapacá, el pontífice encabezó la tercera y última misa masiva de su viaje a Chile, después de las que realizó en Santiago y Temuco.
El Papa puso el foco en la inmigración, una realidad conocida por los habitantes de Iquique, donde estos últimos años se ha registrado un considerable aumento en la llegada de extranjeros.
"Iquique es una zona de inmigrantes que nos recuerda la grandeza de hombres y mujeres, de familias enteras que ante la adversidad no se dan por vencidas y se abren paso buscando vida", destacó el Sumo Pontífice en su homilía.
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