Los militares uruguayos que luchan en el centro de África contra una milicia vinculada al Estado Islámico

La misión de Cascos Azules de la ONU tiene una importante presencia de uniformados de Uruguay, un país con tradición en participación de contingentes internacionales. En octubre, dos soldados murieron en un ataque del grupo insurgente

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En una zona montañosa a más de 2.000 metros de altura, cerca de 140 militares uruguayos, parte de los 788 miembros de su país que forman parte de la misión de Cascos Azules en la República Democrática del Congo sostienen enfrentamientos con una milicia vinculada al Estado Islámico.

En Butembo, una localidad cercana a la frontera con Uganda, son frecuentes los disparos entre el contingente de la ONU y el grupo ADF-Nalu, una columna del grupo armado de origen ugandés Fuerzas Democráticas Aliadas.

En octubre, en Beni, a 50 kilómetros, un ataque de la insurgencia mató a dos cascos azules e hirió a otros 12. En los últimos tres años, se reportaron más de 700 víctimas fatales en la zona.

El coronel Walter Berger, quien desde mayo es el jefe del batallón uruguayo, reveló al semanario Búsqueda detalles de los operativos. La misión del país sudamericano está equipada con nueve blindados canadienses Mowag y seis camiones, con el objetivo de proteger a la población civil. Según añadió, se reportan cerca de 300 incidentes violentos al mes.

Militantes de la guerrilla ADF-Nalu,
Militantes de la guerrilla ADF-Nalu, vinculada al Estado Islámico

El pasado miércoles 15, los soldados respondieron a un ataque armado y abatieron a tres terroristas, según un comunicado oficial. Los efectivos uruguayos "contestaron el fuego de acuerdo a lo establecido por las reglas de enfrentamiento de las Naciones Unidas", añadieron, para luego aclarar que el personal se encontraba "en perfectas condiciones". En este caso, los milicianos pertenecían al grupo Mazembe, que también opera en la zona desde hace años.

Cascos azules en la RDC
Cascos azules en la RDC

Si bien el grupo no ha sido desplegado para enfrentarse directamente al grupo armado, los enfrentamientos han aumentado en frecuencia. La situación puso en alerta al gobierno uruguayo, ya que si la ONU ordena que se emprendan operaciones directas, los Cascos Azules podrían perder su protección, amparada en el Derecho Internacional Humanitario.

El coronel Berger también explicó que ha dispuesto la rotación de los miembros del batallón, ya que a pesar de su arduo entrenamiento y equipación, las condiciones en la zona son altamente estresantes.

Más de 40.000 uruguayos han tomado parte de misiones operativas de paz de Naciones Unidas. El pequeño tamaño del ejército del país, en comparación del resto de países de la región, ha sido compensado con la vasta experiencia a través de los contingentes internacionales de la ONU.

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