El presidente de Brasil, Michel Temer, ha realizado concesiones en temas de política y de gasto, en un esfuerzo por sobrevivir a una votación en el Congreso el miércoles sobre cargos de corrupción que han puesto en riesgo su agenda de reformas, dijeron analistas y actores políticos.
Para complacer al poderoso lobby agrícola del país, que tiene dos quintos de los votos de la Cámara baja, Temer accedió a disminuir las multas por daños al medioambiente. También intentó debilitar la definición de trabajo esclavo, pero se vio obligado a dar marcha atrás debido a las críticas que recibió.
En la decisión más clara para favorecer a un aliado, Temer retiró al transitado y lucrativo aeropuerto Congonhas de Sao Paulo de una lista de terminales que serán privatizadas. El Partido Republicano Brasileño, que tiene 37 escaños en la cámara de 512 miembros, encabeza el Ministerio de Transportes y tiene miembros en el operador estatal aeroportuario Infraero.
Críticos y observadores políticos dicen que Temer ha sacrificado las políticas de austeridad para salvar su presidencia, pero que saldrá de la votación del miércoles como un líder debilitado incapaz de aprobar medidas sustanciales, como una reforma al sistema de pensiones.
Temer enfrenta cargos en un caso de sobornos basado en el testimonio del propietario de JBS SA, la mayor empacadora de carne del mundo, que también ha implicado a varios ministros de su gabinete.
La Cámara baja decide si el presidente debe ser sometido a juicio ante el Supremo Tribunal Federal, para lo que se necesitan dos tercios de sus votos. Temer logró bloquear un caso de corrupción en agosto y ahora enfrenta cargos de obstrucción a la justicia y asociación ilícita por presuntamente recibir sobornos de JBS.
"Él sobrevivirá porque tiene la mayoría, aunque no con mi voto, porque yo creo que hay evidencia suficiente para llevarlo a juicio ante la Corte Suprema", dijo Fabio Sousa, legislador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), miembro de la coalición gobernante de Temer.
El mandatario se ha reunido con decenas de legisladores en los últimos días para conseguir sus votos. Colaboradores del presidente dijeron que espera ampliar su margen de respaldo para seguir adelante con sus reformas, que han estado paralizadas por seis meses debido a la crisis política.
Esos votos tienen como costo destinar más dinero al gasto discrecional. Según la firma Contas Abertas, que sigue las cuentas públicas, Temer aceleró la aprobación de fondos en distritos del Congreso por 4.400 millones de reales (1.300 millones de dólares) en el primer caso y ha alcanzado la marca de 2.000 millones de reales antes de la votación del miércoles.
La mayoría de los analistas, sin embargo, creen que Temer conseguirá menos votos en esta oportunidad, porque los legisladores han comenzado a distanciarse de su Gobierno de cara a las elecciones generales del próximo año.
Con información de Reuters
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