La agencia antidrogas estadounidense DEA señaló el lunes que los cárteles mexicanos dominan el narcotráfico en Estados Unidos y su crecimiento y expansión se mantendrá a corto plazo, con un fortalecimiento esperado de las mafias colombianas.
En su informe anual sobre el tráfico de drogas, la Drug Enforcement Administration (Administración para el Control de Drogas) dijo que la cocaína de Colombia sigue siendo una "amenaza" para Estados Unidos, y consideró "inciertas" las implicaciones a largo plazo de la implementación de la paz con la guerrilla FARC.
Las organizaciones criminales colombianas siguen impactando en el narcotráfico en Estados Unidos, aunque a un nivel menor en que lo hacían en las décadas de 1980 y 1990, cuando los cárteles de Medellín, Cali y Norte del Valle dominaban el mercado como hoy lo hacen los mexicanos, dijo la DEA.
Actualmente, las organizaciones delictivas trasnacionales mexicanas son la mayor amenaza criminal en materia de drogas para Estados Unidos.
"No hay ningún otro grupo que actualmente esté posicionado para desafiarlas", enfatizó la DEA, destacando el peso del Cártel de Sinaloa y la creciente preponderancia del Cártel Nueva Generación de Jalisco. Además, dijo, en territorio estadounidense operan el Cártel de Juárez, el Cártel del Golfo, Los Zetas y la Organización Beltrán-Leyva.
Esos mismos grupos también tienen poder territorial en "grandes regiones" de México en términos de cultivo y producción, señaló el texto.
Según el organismo, los cárteles mexicanos controlan "lucrativos" corredores de tráfico, en especial en la frontera suroeste del país, lo que les permite ingresar "significativas cantidades" de heroína, cocaína, metanfetaminas, marihuana y posiblemente fentanilo, un narcótico sintético 50 veces más potente que la heroína.
Las organizaciones mexicanas también tienen el control de las rutas de transporte y distribución en territorio estadounidense, y operan con centros de distribución en numerosas ciudades, apuntó el reporte titulado Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas.
El documento señala que, en los últimos años, estas organizaciones expandieron su influencia a diferentes regiones de Estados Unidos, incluyendo Nueva Inglaterra, en la costa este. Además, su porción de mercado ha aumentado, en particular con relación a la heroína y metanfetaminas.
Esta predominancia se debe a su "infraestructura logística" a nivel nacional y su interacción con grupos locales y pandillas.
Cocaína, guerrilla y paz
En 2016 en Estados Unidos, la disponibilidad y el consumo de cocaína aumentaron significativamente, en parte debido a los incrementos récord en el cultivo de coca y la producción de cocaína en Colombia, principal origen de esta sustancia en el mercado estadounidense, indicó el reporte.
La DEA dijo que el tráfico de drogas en Colombia el año pasado estuvo dominado por varias "bacrim" (bandas criminales formadas por remanentes de paramilitares), en particular por el Clan del Golfo liderado por Dairo Antonio Úsuga, "Otoniel", así como por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que firmaron la paz con el gobierno en noviembre pasado.
Según el reporte, las negociaciones con las FARC exacerbaron el problema de los cultivos ilícitos, por un lado por la creencia que el fin del conflicto traería subsidios posteriores a los campesinos y por otro porque el gobierno disminuyó la erradicación para evitar enfrentamientos.
Con la paz, "es probable que algunos excombatientes de las FARC continúen participando en el tráfico de drogas y otras actividades delictivas", dijo la DEA, que cree que esto dependerá de cómo se implemente el acuerdo.
El reporte identificó a los guerrilleros Fabián Ramírez, Joaquín Gómez y Mauricio Jaramillo, "El Médico", como los principales narcotraficantes de las FARC.
"La amenaza de la cocaína continúa repuntando", concluyó el reporte de la DEA, que espera una expansión del cultivo de coca en Colombia este año.
Dado el aumento de las ganancias de los productores de coca, la DEA prevé que la influencia de las organizaciones delictivas trasnacionales colombianas se fortalezca en el corto plazo.
Sin embargo, se espera que las mafias colombianas se sigan asociando con los cárteles mexicanos para la venta y distribución de cocaína y heroína en Estados Unidos.
Además, los colombianos mantendrán representantes en México, América Central, el Caribe y Estados Unidos para facilitar la exportación de cocaína y heroína a los mercados estadounidenses, así como para el envío de las ganancias a Colombia, indicó el informe.
(Con información de AFP)
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