La Policía ocupará por tiempo indeterminado la Rocinha, la mayor favela de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, para frenar una "guerra" entre bandas rivales que se disputan el control del tráfico de drogas en la barriada y que ha dejado al menos cuatro muertes, informaron este martes fuentes oficiales.
La disputa en la favela de la zona sur de Río de Janeiro comenzó el domingo, con un tiroteo de más de cinco horas que provocó pánico entre los cerca de 60.000 habitantes de la barriada, y ha proseguido con nuevos e intermitentes intercambios de disparos pese a que la Policía ocupa la favela desde el lunes.
El secretario de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, Roberto Sá, afirmó este martes en declaraciones a periodistas que la ocupación policial proseguirá hasta que las autoridades garanticen el fin de la "guerra" entre las bandas de narcotraficantes.
"La Policía fue reforzada y permanecerá por tiempo indeterminado. Vamos a evaluar día a día cómo evoluciona la situación", afirmó la máxima autoridad de Seguridad en Río de Janeiro.
Sá dijo que el número de policías enviado a la Rocinha es considerado como suficiente por ahora, por lo que descartó la posibilidad de que la seguridad en la barriada también sea reforzada con miembros de las Fuerzas Armadas.
Ello debido a que un decreto firmado en julio pasado por el presidente brasileño, Michel Temer, autoriza la participación de hasta 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y de organismos de seguridad en operaciones contra el crimen en la ciudad más emblemática de Brasil, que vive una ola inusual de violencia.
"Iremos regulando la operación diariamente para causar el menor trastorno posible a los habitantes de la Rocinha, pero antes devolveremos la paz. El hecho es que estamos allá y no saldremos hasta que no resolvamos el problema", afirmó el secretario regional de Seguridad.
La operación policial también se extendió a Vidigal, una favela vecina a la Rocinha y en la que igualmente se teme una invasión de una banda rival de narcotraficantes.
El actual conflicto en la barriada fue provocado por la invasión de cerca de 100 narcotraficantes de una banda rival a la que actualmente controla el tráfico de drogas en la Rocinha y que, pese a la resistencia de los narcotraficantes locales y la operación policial, aún ocupan las áreas más elevadas del cerro por el que se expande la favela.
Al menos tres personas murieron en el tiroteo del domingo entre las bandas rivales y otra falleció en una operación policial el lunes.
Igualmente el lunes, cuando la Policía reforzó su presencia en la favela, fueron detenidos tres acusados de narcotráfico y decomisadas dos granadas.
Pero la presencia policial no detuvo los enfrentamientos y en la noche del lunes volvieron a registrarse tiroteos en diferentes sectores de la favela.
La situación obligó a la Secretaría municipal de Educación a suspender desde el lunes las actividades en doce escuelas y seis guarderías públicas en la barriada, lo que tiene sin clases a por lo menos 6.000 estudiantes.
En lo que va de este año se han registrado unas 3.000 muertes en hechos de violencia, incluidos más de un centenar de policías, con un aumento del 15% frente al mismo período de 2016.
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