Quizá faltaba que vieran que el sistema funcionaba bien. O que, efectivamente, y a pesar de su bajo contenido de THC (2%, cuando lo normal suele ser 10%), la marihuana que se vende en farmacias en Uruguay genera efecto psicoactivo. Lo cierto es que apenas 24 horas después de que se comenzar a vender cannabis en los comercios de ese país 556 nuevos residentes uruguayos se anotaron en el registro para adquirir los cogollos de manera legal.
El incremento es impactante, y representa el 11,5% en apenas un día y confirma una tendencia que se venía dando en los días previos al lanzamiento, cuando el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) dio la noticia que empezarían a vender marihuana el miércoles 19 de julio. El registro tuvo una suba de "adquirentes" del 17% entre el 10 de julio (4.711 personas) y el día de lanzamiento comercial (5.526).
Según estimaciones de Monitor Cannabis, que depende de la Facultad de Sociales de la Universidad de la República, cerca de 23.000 personas se abastecen ya por cultivos domésticos registrados y clubes de cannabis (ambas maneras están habilitadas por ley). Se calcula que hay unos 55.200 usuarios habituales y otros 110.000 ocasionales que podrían demandar marihuana en las farmacias, o sumarse a la lista de cultivadores o socios de los clubes.
Un relevamiento de Monitor Cannabis hecho meses atrás mostró que el 68% de los consultados admitió que pensaba sumarse al registro para comprar en farmacias. Ese estudio también evidenció que muchos uruguayos desconfiaban de la implementación, tras nueve anuncios fallidos del Gobierno desde la sanción de la ley, en diciembre de 2013. Eso podría explicar el aluvión de inscriptos desde que se confirmó la fecha y los más de 500 anotados nuevos en solo 24 horas desde el 19 de julio.
Tras muchas dudas en los días previos, ahora en el gobierno uruguayo se muestran conformes con la recepción de los usuarios. "Es notorio el incremento de personas que se inscriben", comentó una fuente oficial a Infobae.
Lo mismo ocurre con las farmacias. El cannabis estuvo disponible el miércoles en 15 de las 16 farmacias habilitadas -ubicadas en los departamentos de Montevideo, Canelones, San José, Maldonado, Colonia,
Paysandú, Salto, Artigas, Flores y Tacuarembó- y el viernes 21 se habilitó la que faltaba, ubicada en el departamento de Lavalleja. "A partir de la notoriedad pública del sistema, el Instituto de Regulación y Control del Cannabis informa que constató un aumento del número de consultas por parte de farmacias con el fin de considerar su adhesión al sistema", comunicó el gobierno uruguayo. Fuentes oficiales adelantaron a este medio que se estima que unas 20 farmacias podrían incorporarse próximamente al sistema.
Quizá vieron que, además, es un negocio redituable. El cannabis stockeado para los primeros días se agotó durante las primeras 24 horas. Cada farmacia tenía 400 paquetes para vender a los clientes, a razón de hasta dos por persona. El IRCCA registró que se vendieron 1.812 envases de 5 gramos (1.550 se expendieron en el departamento de Montevideo). Cada paquete cuesta 6,5 dólares. "Respecto de la calidad y efecto del cannabis dispensado, los usuarios han transmitido su conformidad", explicó el organismo en un comunicado oficial.
Días atrás, cuando el Gobierno confirmó los tipos de cannabis que iba a vender en la primera etapa, se generó un debate por el bajo contenido de la sustancia psicoactiva (THC), que en ambas variedades (denominadas Alfa I y Beta I) tiene 2%, cuando el cannabis que fuma un usuario que cultiva, tiene, en promedio, 10%. Para la médica uruguaya Raquel Peyraube, impulsora de la legalización en ese país, eso podía inducir a los usuarios a mantenerse como clientes del narcotráfico.
No obstante, ahora que muchos de los usuarios registrados probaron la sustancia, se mostraron satisfechos. Diego, un fumador de Montevideo que prefirió no dar su apellido, contó a Infobae su experiencia: "La Alfa 1, de predominancia indica, tiene un gusto fuerte, avinagrado, un poco agresivo y con notas de pimienta. Las flores del paquete que compré yo están un poco secas y se deshacen con facilidad. Y la Beta 1, la sativa, tiene un gusto más amable con dejo a cítricos de pomelo".
Paula Mussio, ingeniera en alimentos de 33 años, compró también las dos variedades pero al momento de la entrevista con Infobae había probado sólo la Alfa 1. Sus sensaciones fueron positivas y, si bien es una consumidora habitual, reconoce que sintió el efecto del THC. "Las flores estaban un poco secas pero bien manicuradas, enteras, estaba perfecto. El sabor es suave, muy rico, sin nada que envidiarle a los cultivos hogareños. El 'pegue' es suave pero está muy bien, estoy acostumbrada a fumar flores con mucho THC pero creo que está bárbaro para arrancar. Y además suponemos que con el tiempo empezarán a sacar variedades distintas", comentó.
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