San Pablo, la mayor ciudad de Brasil, amaneció este viernes sin transporte público y con bloqueos en algunas de las principales vías en una jornada de huelga general promovida por los sindicatos contra las reformas de austeridad propuestas por el presidente, Michel Temer. Las autoridades paulistas confirmaron 16 detenidos por afectar el orden público.
Por la madrugada, los manifestantes colocaron barricadas con neumáticos en una de las carreteras que dan acceso al aeropuerto internacional de Guarulhos, en las afueras de San Pablo, y las prendieron fuego con el fin de evitar el paso de los vehículos.
La pista fue liberada por la Policía, que llegó a enfrentarse con algunas de las personas que participaban en la protesta, promovida por el sindicato de la aviación y el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), uno de los grupos sociales más activos del país y que reclaman un aumento de las viviendas sociales.
También se produjeron paralizaciones en otras importantes vías del estado, como la Dutra, una de las principales autopistas del país y que une San Pablo con Río de Janeiro.
La mayoría de los maquinistas de trenes de San Pablo secundaron la convocatoria de los sindicatos durante la jornada de protesta, en tanto que el metro funcionaba parcialmente, con sólo una de sus líneas circulando con normalidad.
Ante la paralización del transporte público, el gobierno municipal suspendió provisionalmente la norma que restringe la circulación de vehículos particulares según su matrícula, y la alcaldía cerró acuerdos con algunas compañías de taxis para reducir las tarifas durante la huelga.
Algunos trabajadores desistieron de acudir hasta sus puestos de trabajo debido a la dificultad a la hora de utilizar el transporte público, y algunas empresas fletaron autobuses para recoger a los empleados.
En Río de Janeiro, las paralizaciones están siendo parciales, al igual que en otras ciudades del país, en las que están previstas marchas a lo largo del día, en una demostración de fuerza de los sindicatos y movimientos sociales que convocaron la "huelga general" contra el gobierno de Temer.
La huelga, convocada desde hace semanas, coincide con la aprobación en la Cámara de los Diputados de la reforma laboral, la cual abrirá la puerta al abaratamiento de los costos laborales, permitirá negociar convenios colectivos con valor de ley y dará un duro golpe financiero a los sindicatos al eliminar la contribución obligatoria que les asignaba la normativa.
Las protestas, que se repetirán a lo largo del día, también claman contra la otra reforma de gran calado que ésta tramite en el Congreso, la del sistema de jubilaciones y pensiones, que, como las anteriores, es aplaudida por el sector empresarial y rechazada por los sindicatos.
En San Pablo, los manifestantes tienen previsto marchar hasta la casa de Temer, quien desde el pasado 31 de agosto, cuando sustituyó de manera efectiva a la destituida Dilma Rousseff, ha llevado a cabo una profunda agenda de reformas de ajuste fiscal que ha generado un gran descontento en algunos sectores de la población.
(Con información de EFE)
LEA MÁS: