El Comandante, producida por Sony, se estrenó el lunes en Colombia por RCN Televisión y, un día después, se pudo ver a través de Telemundo y TNT en todo el continente, excepto en Venezuela, donde el régimen de Nicolás Maduro impidió su difusión. Igualmente varias páginas web pusieron a disposición el primer capítulo para ver online.
"Creo que, como la gran mayoría de los colombianos, la única información que tenía de Chávez era lo que decían los noticieros: 'En Venezuela hay un loco haciendo de todo y que trata mal a Bush'", afirmó el actor colombiano Andrés Parra respecto de su papel protagónico en la serie.
En Venezuela hay un loco haciendo de todo y que trata mal a Bush
En una entrevista con el periódico The New York Times, Parra afirmó que durante un año y medio pasó más de 400 horas sentado frente al televisor para estudiar al líder de la revolución bolivariana y confesó que fue su mayor reto como artista.
El actor contó que debió memorizar gestos, palabras, cantos y bailes. "Yo era un ignorante del tema político en general. No se me pasó por la cabeza que (Chávez) fuera un tipo que cantara corridos llaneros, tocara guitarra, recitara poesía y tuviera tanta facilidad para los discursos. Creo que eso lo ayudó a conectar de esa forma tan poderosa con el pueblo", analizó.
Y siguió: "El gran reto fue la voz, eso me costó muchísimo trabajo. Por primera vez en muchos años, tuve que buscar ayuda. Llamé a Magda Niño, una compañera que estudió conmigo en Cali y se ha especializado en voz. Le dije: 'Magda, tengo un problema. Voy a hacer de Chávez y no encuentro su voz, no sé qué es lo que me pasa'".
El gran reto fue la voz, eso me costó muchísimo trabajo
"Ella vino a trabajar conmigo intensamente, como por un mes y medio, hasta que la cadencia del acento llanero me empezó a salir. Lo demás fue más sencillo porque tuve la posibilidad de estudiarlo durante año y medio. Vi más de 400 horas de Aló presidente (el programa del ex mandatario) y leí biografías a favor y en contra de él, así como sus libros".
Parra también habló de su necesidad de despegarse del papel del narcotraficante colombiano Pablo Escobar en El patrón del mal: "Es una gran oportunidad para confirmarme qué tipo de actor soy. Luego de Escobar necesitaba cambiar a un personaje distinto y nunca me imaginé las habilidades comunicativas de Chávez".
En mi investigación encontré a 10 Chávez diferentes
Por último, subrayó: "En mi investigación encontré a 10 Chávez diferentes: el beisbolista no es el mismo que el que hace el golpe de Estado, el conspirador no es el mismo que el que se vuelve una estrella de rock en Yare, el que sale a hacer campaña política es otro, así como el que gana la presidencia se convierte en otro hombre. Ni hablar del que vuelve victorioso del golpe de Estado o el que recibe la noticia del cáncer. Cada etapa muestra la madurez y los errores del personaje".
"Su historia es como una teoría de la conspiración porque pasaron demasiadas cosas raras, únicas, que lo llevaron al poder. Había salido mal en Química y tenía el codo lesionado pero igual lo aceptaron en la Academia Militar, después le quitaron los cargos y pudo hacer campaña hasta ganar la presidencia, luego le hacen un golpe que termina por fortalecerlo en el poder y después se enferma. No hay una historia igual, eso jamás pasaría en Colombia", concluyó.
Su historia es como una teoría de la conspiración porque pasaron demasiadas cosas raras, únicas, que lo llevaron al poder
La serie cuenta con 60 capítulos de una hora que fueron grabados íntegramente en Colombia, entre las ciudades de Yopal y Villavicencio, en un esfuerzo colectivo del equipo que llevó a los creadores a intervenir 412 planos con efectos digitales solo en el primer episodio.
En la grabación, Parra tenía que someterse a una metamorfosis de dos horas de maquillaje y vestuario, que además va variando conforme avanza temporalmente la historia, que comienza en los años 50 y llega hasta el 2000.
Después de su infancia, la producción mezcla elementos y personajes de la ficción como sus correligionarios, los espías que lo quisieron matar, las mujeres que lo acompañaron y los miembros de la oposición, para ofrecer así un relato de suspenso y acción que entra en la arena política e incluso en el romance.
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