Roberto Esquivel Cabrera se sienta con dificultad. Se acomoda una y otra vez en la banqueta. Lo hace automáticamente, sin pensarlo, desde que su pene comenzó a crecer de manera desproporcionada. Hoy alcanza casi el medio metro de longitud, todo un récord.
Sin embargo, Cabrera vive en una constante contradicción. Por un lado, sabe que su vida sexual es y será completamente nula pese a su virilidad, y trabajar se le dificulta sobremanera. Pero tampoco quiere reducir el tamaño de su miembro. Prefiere no pasar por el quirófano, como ya se le recomendó.
De 54 años, este mexicano oriundo de Saltillo prefiere la fama al sexo. Sin embargo, ese también es su drama. El Libro de los Records Guinness no le reconoce su portación como la máxima medida en el mundo. "Soy famoso porque tengo el pene más grande del planeta", dijo Cabrera a Barcroft TV.
El hombre superó con creces a otro que creía tener el miembro más largo: se trata del actor norteamericano Jonah Falcon, cuyo pene alcanzaba los 24 centímetros flácido y 34 centímetros erecto. El de Cabrera tiene 48 centímetros.
Como consecuencia de esta incapacidad, el hombre debió dejar de trabajar y hoy vive de subsidios del Estado mexicano. "Estoy feliz con mi pene, no conozco a nadie que tenga el tamaño que yo tengo. Me gustaría estar en el libro de Guinness, pero ellos no reconocen este récord", se apena.
A pesar de las recomendaciones para que se operara, Cabrera quiere seguir siendo el "más macho". "No aceptó (la cirugía), quiere tener un pene más grande que el resto de las personas. En la cultura latina, quien tenga el pene más grande es más macho. Es algo que lo hace diferente del resto de la gente y lo hace sentir especial", señala Jesús David Salazar González, el médico que intentó convencerlo de reducir el tamaño de su miembro.
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