Las últimas semanas de Fidel Castro se desarrollaron con normalidad: aunque con dificultades para caminar, desde hacía un año y medio que el líder cubano había vuelto a escribir sus famosas "reflexiones" y a recibir en su casa a personalidades y mandatarios mundiales que visitaban la isla.
Sin embargo, un extraño gesto para con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en su reciente visita oficial en Cuba, podría haber indicado un deterioro acelerado de su salud en los últimos días.
El viaje del canadiense coincidió con el del presidente de Vietnam, Tran Dai Quang. Ambos sostuvieron conversaciones oficiales con el presidente Raúl Castro y altos responsables cubanos los pasados 15 y 16 de noviembre.
Después de que la prensa local anunciara el miércoles que Fidel Castro había recibido el martes al presidente vietnamita, se esperaba que Trudeau fuera invitado a su residencia, ubicada en el oeste de La Habana.
Sin embargo, el esperado encuentro nunca se produjo, y tampoco llegaron las explicaciones por parte de las autoridades cubanas sobre caso, lo que dio el pie para que la prensa extranjera especulara con alguna suspicacia.
En efecto, un artículo del diario canadiense The Star titulado "La visita de Justin Trudeau a Cuba, decididamente diferente a la de su padre", comparó los viajes oficiales del actual primer ministro y de su padre, Pierre Elliott Trudeau, quien gobernó Canadá entre 1968 y 1979, y visitó la isla en 1976.
"De principio a fin, en lo sustantivo y en el tono, el viaje de Justin Trudeau como primer ministro sólo fue un débil eco de la exuberante bienvenida que recibió Pierre Elliott hace 40 años", escribió la periodista Tonda Maccharles.
El mayor contraste, según el artículo, fue en efecto que el veterano comandante rechazó una reunión con el hijo su viejo amigo, Pierre, "aunque se había encontrado con el líder vietnamita el día anterior".
Pese a la sorpresiva actitud de Castro durante la visita del canadiense, el sábado, después de que se conociera la noticia de su muerte, el primer ministro de 44 años lamentó la noticia y escribió: "Fidel Castro fue un líder más grande que el casi medio siglo que sirvió a su pueblo".
En el mismo comunicado, en el que reconoció la amistad que su padre mantenía con el cubano, mencionó que conoció a sus tres hijos y a su hermano Raúl Castro durante su reciente visita a la isla.
Ambos se habían conocido en Montreal con motivo de la muerte de Pierre Elliot Trudeau en el año 2000, donde Fidel consoló largamente al joven Justin ante las cámaras.