El Partido de los Trabajadores (PT), la formación de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, sufrió en las elecciones municipales de este domingo en Brasil, en las que sólo conquistó la alcaldía de una capital, su mayor fracaso velectoral en dos décadas.
La destitución de Rousseff el pasado 31 de agosto y los escándalos de corrupción, que salpican incluso a Lula, han pasado factura al PT, ahora en la oposición después de 13 años de gobierno.
Además de conquistar menos de la mitad de las 635 alcaldías que obtuvo en 2012 y de casi desaparecer en las mayores ciudades del país, el PT perdió Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil y cuyo alcalde, Fernando Haddad, exministro e importante aliado de Lula, fue derrotado por un empresario sin experiencia política, Joao Doria, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Según los escrutinios, de las 26 capitales regionales de Brasil el PT sólo gobernará en Río Branco, en el minúsculo estado amazónico de Acre y donde el actual alcalde, Marcus Alexandre, fue reelegido con el 54,79 % de los votos.
La otrora formación gobernante podrá disputar en segunda vuelta la alcaldía de Recife, capital de Pernambuco y donde su candidato, Joao Paulo, fue el segundo más votado (23,76 %), pero tendrá dificultades para imponerse en segunda vuelta, el 30 de octubre, al socialista Geraldo Julio, que obtuvo el 49,34%.
El PT había conquistado nueve capitales regionales en 2004, cinco en 2008, cuatro en 2012 y se quedará con entre una y dos a partir de enero de 2017.
Si consigue Recife y suma otras dos, igualará su resultado de 1996, pero, en caso de derrota, encajará su mayor descalabro en unas municipales desde 1985, cuando obtuvo una sola capital.
Los analistas ya habían previsto que el PT pagaría este domingo por el desgaste provocado por 13 años en el poder
Además, considerando las 93 mayores ciudades de Brasil, que tienen cerca del 37 % de los electores, el PT puede conseguir otras cuatro alcaldías en la segunda vuelta, con lo que obtendría menos de la tercera parte de los 17 gobiernos municipales en grandes ciudades que obtuvo en las municipales de 2012.
Los analistas ya habían previsto que el PT pagaría este domingo por el desgaste provocado por 13 años en el poder, por la mayor recesión sufrida por Brasil en las últimas décadas y que dejó a 12 millones de desempleados, por las numerosas denuncias de corrupción que salpican al partido y la radicalización generada por el proceso que concluyó con la destitución de Rousseff.
Las dos únicas candidatas que la destituida Rousseff apoyó personalmente, con participación en sus mítines, también fueron derrotadas.
Las diputadas Alice Portugal y Jandira Feghali, ambas aspirantes por el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y enérgicas defensoras de Rousseff, fracasaron en sus intentos de conquistar Salvador y Río de Janeiro respectivamente.
El PT tampoco consiguió ir a segunda vuelta en Porto Alegre, ciudad que gobernó 16 años seguidos entre 1989 y 2004 y que quería reconquistar con el exministro Raúl Pont, que quedó en tercer lugar.
Hasta en Garanhus, ciudad natal de Lula, el PT fue relegado.
Con información de EFE
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