El pasado domingo 26 de junio el Foro de San Pablo cerró en El Salvador el vigésimo segundo encuentro con un fuerte rechazo a organismos internacionales que luchan contra la corrupción, como el caso de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), que tuvo un papel decisivo en el marco de la investigación que llevó a prisión al ex presidente Otto Pérez Molina.
"Se trata de esquemas políticos intervencionistas que más bien lo que hacen ese debilitar (la política interna) y están evidenciando que usan a Guatemala como un laboratorio político", se quejó Medrano González, líder y Secretario General del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido del presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén.
El Foro, conformado por partidos y grupos de izquierda de toda América Latina, que fue fundado en 1990 en San Pablo por el Partido de los Trabajadores (PT), remarcó la necesidad de unirse contra una supuesta injerencia de Estados Unidos y profundizar la "lucha en contra de la ofensiva imperial".
La Cicig fue creada en 2006 luego de un acuerdo firmado entre Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala, con el objetivo de apoyar al Ministerio Público en la investigación de delitos cometidos por cuerpos ilegales de seguridad y frente a diferentes casos de corrupción del poder político.
La intervención de ese órgano fue vital para descubrir el entramado de corrupción que salpicó al presidente Pérez Molina y a su vice, Roxana Baldetti, ambos hoy en prisión.
El Foro de San Pablo también hizo referencia a las crisis que viven Brasil y Venezuela, y expresaron un fuerte respaldo a los Gobiernos de Dilma Rousseff y al régimen de Nicolás Maduro.
En esa línea, responsabilizaron a "los medios de comunicación, sectores del aparato del Estado y del poder económico nacional e internacional" por el juicio político aprobado contra la presidente Rousseff, y tildaron a la gestión interina de Michel Temer de "golpista".
"Es un golpe contra la democracia, los derechos sociales, la soberanía nacional y la integración de América Latina y el Caribe", indica el informe redactado en El Salvador.
A pesar de la profunda crisis en la que está sumida el país, los más de 500 políticos latinoamericanos que estuvieron reunidos durante cuatro días remarcaron "la capacidad de lucha y resistencia" por parte del régimen de Maduro "frente a las embestidas brutales de la oligarquía apátrida y el imperialismo".
"La Revolución Bolivariana es una victoria permanente y estratégica en la lucha por la libertad de nuestros pueblos", subrayó, al mismo tiempo que consideró un "triunfo" el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que se insta al régimen chavista y a la oposición a una mesa de diálogo, en lugar de la aplicación de la Carta Democrática.
A continuación, el informe completo: