Una marcha de estudiantes en la capital chilena terminó el jueves con incidentes y el saqueo a una iglesia católica que incluyó la destrucción de una figura de Cristo, en una nueva señal de radicalización del movimiento que exige profundos cambios en la educación.
Al final de una manifestación pacífica de secundarios y universitarios, un grupo de encapuchados ingresó a la Iglesia de la Gratitud Nacional en el centro de Santiago y sustrajo una imagen de unos tres metros de Jesús crucificado, para luego destruirla en la avenida principal de la ciudad.
“Quiero expresar la condena por parte del Gobierno a este tipo de actos”
"Quiero expresar la condena por parte del Gobierno a este tipo de actos", dijo a periodistas el ministro del Interior, Mario Fernández.
"Independientemente de que se trate de una sede de un culto religioso, de la Iglesia católica en este caso. Lo que acabamos de ver es un síntoma muy preocupante de lo que algunas personas están llegando a hacer en nuestro país", agregó el funcionario en su primer día en el cargo, tras reemplazar a Jorge Burgos.
La acción se enmarca en un contexto cada vez más radicalizado del movimiento, que en las últimas semanas ha ocupado colegios e incluso ha irrumpido en el palacio presidencial.
El jefe del Gabinete ministerial dijo que la policía inició una investigación para hallar a los responsables de la profanación del símbolo religioso, mientras que en la Iglesia católica condenaron el acto de violencia.
"Es una situación muy dolorosa para nosotros. (…) Ahora, hay un ícono religioso muy valioso para nosotros que ha sido destruido y eso no queremos que, por todo lo que representa, vuelva a ocurrir en nuestro país", dijo el obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos.
En los últimos días, los estudiantes han intensificado sus demandas ante lo que califican como el fracaso de la reforma educacional impulsada por la presidente socialista Michelle Bachelet, debido a que muchas medidas no se han implementado y otras han reducido el universo de beneficiarios.
La manifestación del jueves fue de las más masivas del último período y congregó, de acuerdo con los organizadores, a unas 150.000 personas.
En tanto, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, en referencia a la financiación de la educación, uno de los puntos más cuestionados por los estudiantes, señaló en Radio Cooperativa que "será el siguiente gobierno el que pueda ver de dónde van a salir los recursos".
Además, examinó con detalle la posibilidad de compensar la inversión en educación con una nueva reforma tributaria, con los ingresos del cobre o con un impuesto a los graduados.
"El crecimiento de la economía es lo que permite seguir avanzando en un gasto que es grande, pero que lo vemos como muy necesario y muy importante", indicó Delpiano.
Los estudiantes, a la espera de la reunión que revelará la propuesta definitiva del Gobierno en materia de educación, se manifestaron también en las ciudades de Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Concepción, Osorno y Puerto Montt.