UBS mantiene apuesta por Bolsa de Estados Unidos e IA pese a incertidumbre

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La sucursal española del banco suizo UBS ha expresado este lunes en un encuentro con los medios su apuesta por la Bolsa de Estados Unidos y la Inteligencia Artificial (IA) pese al contexto de incertidumbre global en forma de aranceles que se ha traducido en importantes caídas para los índices de Wall Street en las últimas semanas.

"Nuestro escenario es de crecimiento a pesar de los aranceles", han apuntado los ejecutivos de la oficina española a la hora de apuntalar esa tesis de inversión.

Así, si bien han indicado que el retorno de la Administración de Trump y sus anuncios en materia de aranceles han traído importantes dosis de volatilidad y que pueden acarrear impactos tanto en la inflación como en el crecimiento, han sostenido que la fotografía completa sigue siendo buena.

En ese sentido, han señalado que la economía estadounidense sigue gozando de buena salud -cerraría el año con un crecimiento del 2%- de la mano de unos sólidos datos de creación de empleo junto a la previsión de dos recortes de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed).

Esa suma de elementos apoya la tesis de un crecimiento de los beneficios empresariales que, además, cogerían tracción de manera generalizada y más allá de los valores tecnológicos, si bien este sector se mantendrá a la cabeza.

"Estas compañías [tecnológicas] no están pensando en los 'chatbots, están pensando en cosas mucho más desarrolladoras de futuro'", han adelantado sobre ese notable potencial que ven todavía en el sector y en las implicaciones que tendrá en el conjunto de la economía más allá de irrupciones y sacudidas en el corto plazo con historias como la de la china DeepSeek.

Al compás del sector tecnológico, han ligado también su visión constructiva en relación al de servicios de telecomunicaciones, que también engloba empresas de tecnología, consumo discrecional, 'utilities' por la parte de electrificación, recursos energéticos, salud y financieras.

Respecto al tema de la electrificación, han expuesto que está muy relacionado al desarrollo de la IA y los necesarios centros de datos, en tanto que, como ejemplo, los centros de datos en Estados Unidos suponen hoy un 4% de la energía consumida y en 2030 esperan que alcance el 9%: "Esto va a más", han expuesto para seguidamente apuntar que no se trata sólo de centros de datos, sino que también implica a industrias y sistemas de transporte y almacenamiento.

En cuanto a Europa, los directivos de la entidad han apuntado que su visión es neutral sobre la geografía, pero con distinciones a la hora de entrar al detalle en sectores y movimientos tácticos.

Sobre este apartado, han expuesto que ven oportunidades en compañías de pequeño y mediano tamaño, ya que han aducido que tienen una valoración por debajo de las grandes compañías significativamente más amplia, una infravaloración más amplia en un contexto histórico, y, si hay recuperación cíclica en Europa, van a verse favorecidas.

A la par, han indicado que el fin de la guerra de Ucrania y la nueva política fiscal e inversora de Alemania encontrarían su eco positivo en sectores industriales y dedicados a los materiales de construcción, así como de defensa y seguridad.

En un plano más amplio, han pronosticado que los beneficios empresariales vayan cogiendo fuerza, alimentados a su vez por la expectativa de un Banco Central Europeo (BCE) que bajaría los tipos dos veces más antes de acabar el año.

En lo referente a la estrategia en renta fija, se ha ahondado en que la premisa es buscar duraciones intermedias (entre los 4-7 años), con preferencia por el crédito 'investment grade' y compañías con balances sólidos y poco apalancamiento.

Además, han asegurado que esa deuda de calidad la complementan con deuda subordinada (los conocidos como 'AT1'), especialmente con la de grandes emisores del sector bancario y del que pueden obtener rendimientos del 6%.

Finalmente, al hilo del contexto de incertidumbre global que navega el mundo, han apuntado su visión positiva con el oro, al que le han otorgado un precio objetivo de 3.200 dólares que, en comparación a la cotización actual, implicaría una revalorización en el entorno de un 5%.

En cuanto a otros activos, han emitido que son positivos en petróleo en el ámbito de materias primas y que, en el mercado de divisas, el euro oscile en un rango de 1,06 dólares en los próximos meses y alcance el 1,1 dólares al cierre del año.