El PMA alerta sobre la presión en Burundi por la llegada de 70.000 refugiados congoleños

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Buyumbura, 24 mar (EFE).- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas advirtió este lunes de que el “drástico aumento” de refugiados en Burundi, impulsado por la llegada de cerca de 70.000 personas de la República Democrática del Congo (RDC) desde enero, está ejerciendo “una fuerte presión” sobre sus programas de asistencia alimentaria en el país.

"Los refugiados llegan cada día, algunos cargados con bultos y maletas improvisadas, y otros con nada más que la ropa que llevan puesta", dijo la directora regional adjunta del PMA para África oriental, Dragica Pajevic.

Ante este creciente flujo de refugiados, Pajevic advirtió de que la financiación del PMA en Burundi es “insuficiente” y que los recursos disponibles “están al límite”, lo que forzará a la agencia a ajustar sus operaciones y reducir las raciones de comida para asistir “al mayor número posible de personas”.

"El número de refugiados se ha duplicado en cuestión de semanas, y aunque estamos agradecidos por la financiación recibida hasta ahora, simplemente no es suficiente”, remarcó Pajevic, al tiempo que alertó de que, al ritmo actual, el PMA no podrá brindar asistencia en el país más allá de julio.

Desde enero de 2025, cerca de 70.000 personas, principalmente mujeres, niños y ancianos, han huido del conflicto del este de la RDC hacia Burundi, “muchas de ellas realizando peligrosos cruces fluviales y caminando largas distancias en busca de seguridad”, aseguró la organización en un comunicado.

“Cada día siguen llegando más personas, lo que supone el mayor flujo de refugiados hacia Burundi en décadas”, agregó.

Este movimiento transfronterizo de refugiados de la RDC hacia otros países vecinos, como Ruanda, Uganda y Tanzania, “amenaza con agravar la crisis alimentaria en toda la región", remarcó el PMA.

De las 70.000 personas que han llegado a Burundi desde la RDC en las últimas semanas, 60.000 han sido registradas para recibir asistencia alimentaria, lo que ha duplicado la cantidad total de refugiados atendidos por esta agencia hasta los 120.000 en solo unas semanas.

Esto ha provocado que, para estirar sus “recursos limitados”, el PMA haya tenido que reducir en marzo las raciones que da a las personas refugiadas del 75 % al 50 %.

Asimismo, la organización advirtió de que cuenta con fondos suficientes para sostener las operaciones para 120.000 refugiados únicamente hasta junio.

“Sin un apoyo financiero adicional, se verá obligado a suspender por completo la asistencia alimentaria a partir de julio, o incluso antes si el número de refugiados sigue aumentando”, subrayó el PMA, que solicitó 19,8 millones de dólares para garantizar un apoyo "adecuado a los más vulnerables" hasta finales de año.

El conflicto del este de la RDC se intensificó a finales del pasado enero cuando el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), apoyado por Ruanda -según la ONU y países como EE.UU., Alemania y Francia-, avanzó hasta conquistar las capitales de las provincias de Kivu del Norte, Goma, y Kivu del Sur, Bukavu.

Desde que el conflicto se intensificó en enero, más de 850.000 personas han sido desplazadas solo en Kivu del Sur, según el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).

Además, los enfrentamientos que estallaron en Goma y alrededores dejaron más de 8.500 muertos en enero, según detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.

La actividad armada del M23, un grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, se reanudó en Kivu del Norte en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.

Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE