Islamabad, 17 mar (EFE).- La seguridad se ha reforzado significativamente en Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, tras el secuestro de un tren de pasajeros la semana pasada y la posterior operación de seguridad que se saldó con la muerte de medio centenar de personas.
Según fuentes oficiales, las agencias de inteligencia han emitido alertas de amenaza de ataque en la capital provincial.
"Se ha reforzado la seguridad en Quetta y el paso elevado de Zehri se ha cerrado al tráfico, ya que podría utilizarse para lanzar ataques en la zona de acantonamiento", declaró a EFE Hamza Anjum, subcomisario de la ciudad occidental.
El puente elevado del cruce ferroviario de Koila Phattak también se ha cerrado por razones de seguridad. "Las amenazas se mantienen durante una semana o más", añadió Anjum.
El subcomisario Saad Bin Asad confirmó a EFE que medidas similares de seguridad se han tomado en todo Baluchistán.
El aumento de las medidas de seguridad se produce después de que el grupo separatista paquistaní Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) secuestrara el tren de pasajeros Jaffar Express en la región de Bolan el martes pasado, tomando como rehenes a más de 400 pasajeros.
Las fuerzas de seguridad pusieron fin al secuestro el miércoles, matando a 33 militantes del BLA. Sin embargo, el incidente se saldó también con la muerte de 26 personas, entre ellas 18 agentes de seguridad, tres empleados ferroviarios y cinco civiles, así como cinco miembros del personal de seguridad durante la operación, según la Agencia de Relaciones Públicas Interservicios (ISPR).
El BLA, un destacado grupo insurgente activo en la provincia, ha intensificado sus actividades en la región.
El domingo, al menos cinco personas, entre ellas tres soldados, murieron y otras diez resultaron heridas cuando un convoy de fuerzas de seguridad fue atacado en las afueras de la ciudad de Noshki, en Baluchistán. Tres militantes murieron en una operación posterior de las fuerzas de seguridad. EFE
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