Cateriano, biógrafo político de Vargas Llosa: Se recordará su defensa de la libertad

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Gonzalo Domínguez Loeda

Lima, 13 mar (EFE).- La literatura es el motor que impulsa al nobel peruano Mario Vargas Llosa, pero su vida también está marcada por la pasión política, una faceta que explora su amigo y compañero de militancia Pedro Cateriano, quien destaca la apuesta del escritor por la defensa de la libertad en América Latina.

"Yo creo que (en el futuro se recordará) la defensa de la libertad en América Latina, su valiente condena y lucha contra las dictaduras. No se ha arredrado y nunca ha tenido temor de defender su punto de vista en minoría. Es algo que yo siempre he destacado y admirado en él", explica Cateriano en una entrevista con EFE.

Cateriano, que fue primer ministro de Perú en dos ocasiones, se ha lanzado a estudiar el pensamiento y la evolución del escritor y ha plasmado su trabajo en "Vargas Llosa, su otra gran pasión" (Planeta), una biografía política que recorre el pensamiento y la actividad intelectual del autor nacido en Arequipa hace 88 años.

La obra recorre la vida del escritor y, con precisión académica, selecciona textos de Vargas Llosa en los que muestra la evolución de su pensamiento: del socialismo inicial al liberalismo actual.

Como línea de flotación en ese pensamiento destaca la honestidad, libertad y condena de las dictaduras.

"Como, por ejemplo, cuando la mayoría nacional (peruana) festejaba la dictadura de Alberto Fujimori, él claramente combatió la dictadura de Fujimori y (su asesor Vladimiro) Montesinos. Ha combatido la dictadura cubana, la dictadura venezolana y todos estos despotismos latinoamericanos", apostilla.

El germen del trabajo ahora publicado en forma de libro es una tesis doctoral sobre la campaña electoral que, precisamente, Vargas Llosa perdió con Fujimori en 1990 y en la que le acompañó Cateriano, hoy promotor de un partido, Libertad Popular, al que se ha afiliado el escritor.

Ese trabajo inicial se amplió con entrevistas con Vargas Llosa y una concienzuda labor de investigación en la Universidad de Princeton, que conserva el archivo personal del arequipeño.

Su punto de partida es el comunismo del que fue firme militante en su época universitaria y la irrupción paralela del escritor de "Conversación en La Catedral" como autor de referencia e intelectual influyente al recoger el premio Rómulo Gallegos en 1967 con un flamígero discurso en defensa del socialismo.

"Vargas Llosa se adhiere a la revolución cubana porque él creía que ese era el socialismo en libertad, que había influido en él a través de las lecturas de (Jean Paul) Sartre y el concepto del escritor comprometido", explica Cateriano.

El proceso de desencanto progresivo incluyó la invasión soviética a Checoslovaquia, "el culto a la personalidad de Fidel Castro", los campos de trabajos forzosos y el arresto de homosexuales.

"Pero el punto de quiebre es el famoso caso del poeta Heberto Padilla. Eso trae como consecuencia ya su rompimiento definitivo", menciona en referencia al poeta cubano arrestado bajo acusaciones de "actividades subversivas" y cuya liberación movió a buena parte de los autores de su época.

Comenzó entonces una evolución hacia el liberalismo -rechaza el concepto neoliberalismo- que le ha convertido en "uno de los pocos escritores intelectuales que no solamente ha defendido la causa liberal, sino que su acción ha sido política".

En su trayectoria, hasta convertirse en bandera del nuevo liberalismo, ha sido fundamental su defensa de la "libertad en su contenido político y económico", puesto que "desde que él se adhiere a la doctrina liberal".

"Para él, una economía de mercado o una economía social de mercado es el régimen económico que trae prosperidad. Gran influencia en él tuvo, precisamente, el periodo en que vivió en Inglaterra, cuando Margaret Thatcher puso en práctica los preceptos e ideas de liberalismo y él pudo apreciar como un capitalismo popular trajo prosperidad económica en Gran Bretaña", sostiene Cateriano.

Otro elemento fundamental, y que su biógrafo considera que no ha sido bien ponderado en ocasiones, es la defensa que Vargas Llosa hace de los derechos humanos.

Eso ha suscitado críticas, porque en América Latina falta cultura democrática.

"Lo que ha predominado en el Perú y en otros países de América Latina son las dictaduras, y las dictaduras no ayudan a construir una conciencia constitucional. Creo que la conducta de Mario a lo largo del tiempo ha sido ejemplar, con la defensa de los derechos humanos en su más amplio contenido", subraya.

Un hombre que, además de por su carrera literaria, puede marcar senderos en tiempos de incertidumbres, que "se considera un ciudadano del mundo".

"Precisamente, porque considera que la libertad, la democracia, los principios o los valores democráticos son los que deben imperar", concluye Cateriano. EFE

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