Seúl, 14 ene (EFE).- El servicio de seguridad presidencial de Corea el Sur (PSS) insinuó este martes que podría intentar bloquear un nuevo intento de detención del destituido presidente Yoon Suk-yeol que la policía y el equipo anticorrupción que lo investigan planean ejecutar esta semana.
La residencia presidencial se incluye entre las llamadas 'áreas de seguridad especial', zonas clave para la seguridad nacional, y la entrada forzada sin autorización previa "es ilegal", dijo el PSS en un comunicado remitido a la agencia local de noticias Yonhap.
El cuerpo de seguridad presidencial, que ya frustró un primer intento de detención de Yoon a principios de enero, añadió: "Responderemos a las ejecuciones ilegales de acuerdo con el manual de seguridad y trabajo vigente, y las leyes pertinentes".
El PSS distribuyó este comunicado tras mantener un encuentro con representantes de la Policía, la Fiscalía y la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), entre otras agencias gubernamentales, dirigido a coordinar la aplicación de la nueva orden de arresto.
El primer intento para ejecutar la orden de arresto impuesta a Yoon fracasó el pasado día 3, después de que la seguridad presidencial impidiera a funcionarios de la oficina anticorrupción y a decenas de agentes de policía el acceso a la residencia del mandatario en un tenso encaramiento que duró varias horas, antes de cancelarse el operativo.
El PSS accedió a participar en la reunión tras recibir una misiva de la Policía en la víspera, pidiendo su colaboración en el asunto y advirtiendo de consecuencias legales ante cualquier obstrucción, y la posibilidad de ser despojados del estatus de funcionario y ser sancionados para no volver a ocupar cargos de ese tipo.
Las autoridades surcoreanas preparan un nuevo dispositivo para tratar de arrestar al presidente, en el que podrían participar hasta 1.000 efectivos, después de que un tribunal de Seúl extendiera la orden de detención la semana pasada.
Se cree que Yoon permanece escondido en su residencia desde que la Asamblea Nacional lo destituyera el 14 de diciembre.
Tras el primer intento de detención fallido, el PSS reforzó el recinto con alambre de espino, barricadas o alineando autobuses para dificultar el paso, por lo que se especula a su vez con el tipo de activos, desde helicópteros a vehículos acorazados, que la policía podría llegar a desplegar en una segunda operación.
El refuerzo ha suscitado preocupación por el potencial enfrentamiento físico entre las fuerzas del orden, el PSS y los miles de manifestantes a favor y en contra del presidente que llevan semanas reuniéndose frente al lugar.
En este sentido, el PSS aseguró que ha mantenido suficientes consultas con los cuerpos de seguridad del país para evitar choques físicos y se comprometió a prevenir cualquier enfrentamiento de este tipo durante una potencial ejecución de la orden. EFE