Shanghái (China), 10 ene (EFE).- El Banco Popular de China (BPC, banco central) anunció este viernes que suspenderá temporalmente sus compras de deuda pública después de que la rentabilidad de los bonos soberanos chinos a 10 años siga embarcada en una caída libre, profundizando cada vez más en mínimos históricos.
En un breve comunicado publicado en su página web, la institución asegura que ha tomado esta decisión "ante la reciente y continua escasez de oferta en el mercado de bonos del Estado", y simplemente apunta que reactivará estas operaciones "en el momento oportuno dependiendo de las condiciones de oferta y demanda en el mercado de bonos del Tesoro".
Cuando los bonos elevan su precio ante una situación de fuerte demanda, los rendimientos -el retorno que un inversor espera recibir cada año hasta su vencimiento- decaen.
En el caso de China, los inversores han apostado por los bonos como valor refugio ante la prolongada crisis inmobiliaria, la debilidad del consumo, la amenaza de la deflación, la presión a la baja sobre el yuan y las apuestas por una campaña agresiva de flexibilización para reactivar la recuperación económica.
Antes de la pandemia, la rentabilidad de los bonos públicos de referencia a 10 años rondaba el 3,3 %, manteniéndose por encima del 2,5 % hasta principios de 2024; desde entonces, ha caído en picada y desde inicios de este año viene rondando el 1,6 %.
Tras el anuncio del BPC, apunta Bloomberg, los rendimientos se elevaron 4 puntos básicos hasta un 1,675 %, su tasa más alta desde diciembre. No obstante, ese medio apunta que la divergencia frente a los bonos estadounidenses se ha ampliado al máximo histórico, lo que se traduce en una presión adicional para el tipo de cambio del yuan frente al dólar.
A lo largo de 2024, el BPC advirtió que la curva de rendimiento de los bonos se había "desviado claramente de un nivel razonable" -idealmente de entre un 2,5 % y un 3 %, según sus modelos- y seguía acumulando riesgos de una burbuja de liquidez que pudiese afectar a la estabilidad financiera.
La institución llegó a pasar a la intervención directa, vendiendo bonos a largo plazo y comprando títulos con vencimiento cercano a partir de agosto para tratar de contrarrestar el repunte de demanda. EFE