París, 10 ene (EFE).- En la víspera del entierro de Jean-Marie Le Pen, fallecido el martes a los 96 años, el histórico líder ultraderechista deja un polémico legado de frases y acciones que le valieron al menos 30 condenas judiciales por relativizar el Holocausto, reconocer el racismo o tildar la homosexualidad de "anomalía".
Su actitud pendenciera le llevó también a agredir a una candidata socialista a la Asamblea Nacional en 1997.
Le Pen padre fue también acusado de participar en actos de tortura durante la guerra de independencia de Argelia (1954-1962), en la que él mismo participó como paracaidista. Fue además muy criticado por tener una visión condescendiente de la ocupación nazi de Francia durante la II Guerra Mundial.
Estos son cinco momentos del padre de Marine Le Pen con los que convulsionó el paisaje político de su país.
En septiembre de 1987, Jean-Marie Le Pen pronunció una frase que le persiguió buena parte de su carrera política y que, seguramente, arruinó sus posibilidades de ser presidente de Francia.
"No digo que no existieran cámaras de gas, no pude ver ninguna, no he estudiado la cuestión específicamente, pero creo que es un detalle de la historia de la Segunda Guerra Mundial", dijo.
Fue condenado en 1991 a pagar un millón de francos de la época a las asociaciones que le denunciaron. El fundador del Frente Nacional (FN) repitió la fórmula en 1997 en una conferencia en la ciudad alemana de Múnich.
También lo hizo en 2008 en una revista y en 2009 ante el Parlamento Europeo. La última vez fue en 2015, en una entrevista al canal televisivo BFM. Por este episodio, fue condenado a 30.000 euros de multa.
En la universidad de verano del FN en 1996 dijo creer en "la desigualdad de las razas". "No tienen todas las mismas capacidades, ni el mismo nivel de evolución". En 1998, fue condenado a pagar 10.000 francos a la Unión de Estudiantes Judíos.
"En Francia, la ocupación no fue particularmente inhumana", aseguró.
Fue condenado en 2012 a tres meses de prisión exentos de cumplimiento y 10.000 euros de multa por negar que durante la ocupación se hubieran cometidos crímenes contra la Humanidad.
"Nunca he considerado al mariscal Pétain un traidor", declaró en 2015. Por este episodio, unido al "detalle de la Historia" de las cámaras de gas, fue expulsado del partido que fundó por su propia hija Marine, abriendo una tumultuosa lucha en los tribuales entre ambos.
En 1984, Jean-Marie Le Pen afirmaba que la homosexualidad no era "un delito", pero "sí que, claramente, era una anomalía biológica y social".
Desde que su hija Marine heredó las riendas del partido en 2011 y empezaron a hacerse pública la homosexualidad de algunos de sus destacados miembros, el patriarca Le Pen tuvo que aceptarla.
Uno de los choques más memorables fue con el que fue varios años mano derecha de Marine, Florian Philippot -homosexual asumido-, al que, en 2016, Jean-Marie Le Pen intentó ridiculizar en un tuit calificándolo de "Don Quijote de la chaqueta".
La parte pendenciera de Jean-Marie Le Pen salió a la luz en varias ocasiones. Seguramente la más célebre fue en 1997, cuando, en un acto de campaña de las legislativas de aquel año, se desplazó a las afueras de París para apoyar a su hija Marie-Caroline, candidata del FN.
Mientras un grupo de manifestantes contra el FN increpaban a Le Pen, la candidata socialista Annette Peulvast-Bergeal se cruzó con él. Él la agarró con violencia y la empotró contra un muro.
La socialista tuvo una baja médica de tres días. En ese acto, Le Pen se saltó el cordón de seguridad para encarar a los manifestantes, todo ello grabado por las cámaras. A uno de ellos le espetó: "Voy a por ti, vas a ver, tú, pelirrojo, ¡maricón!". EFE