Zagreb, 9 ene (EFE).- El Gobierno central de Bosnia-Herzegovina protestó este jueves ante Serbia por el envío de una delegación oficial al día nacional organizado por las autoridades secesionistas de República Srpska, el ente serbio del país, cuya celebración es inconstitucional y ha sido criticada por la UE y Estados Unidos.
Denis Becirovic, miembro de la presidencia bosnia, acusó a Belgrado de injerencia en los asuntos internos de su país y le exigió que respete las decisiones del Tribunal Constitucional de Bosnia-Herzegovina y Acuerdo de Paz de Dayton que en 1995 puso fin a la guerra civil entre serbios, musulmanes y croatas.
El Constitucional bosnio ha declarado inconstitucional la celebración del día nacional del ente serbobosnio, que junto a croatas y musulmanes conforman Bosnia-Herzegovina.
El Ministerio de Exteriores bosnio ha protestado también por el envío a esa ceremonia de una delegación encabezada por el primer ministro de Serbia, Milos Vucevic, y la presidenta del Parlamento, Ana Brnabic, informa el portal de noticias Klix.
Exteriores ha calificado de "peligroso y nocivo" para las relaciones bilaterales y para la seguridad en la región lo que ha calificado de "apoyo a actividades ilegales contra el orden constitucional de Bosnia-Herzegovina" por parte de Serbia.
Esta celebración ha sido calificada de discriminatoria, anticonstitucional y un acto penal por la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), pero es apoyada por Rusia.
El ministerio de Exteriores de Serbia ha reaccionado con "consternación y profunda preocupación" y ha acusado a Sarajevo de haber recibido al primer ministro de Kosovo, el nacionalista Albin Kurti, al que acusa de violar la soberanía y la integridad territorial de Serbia.
Kurti visitó recientemente Sarajevo por invitación de una ONG local y fue recibido extraoficialmente también por varios funcionarios bosnios. EFE