París, 9 ene (EFE).- Sólo una cortina negra separa la puerta del Grand Palais de París de más de doscientas piezas de alta costura de Dolce & Gabbana que transmiten la historia y la tradición cultural de Italia, con diferentes temáticas como el Renacimiento, la tradición siciliana, la devoción católica o la época de Garibaldi.
La primera exposición exclusiva dedicada a esta firma en París, 'Du coeur à la main', llega a apenas dos semanas del inicio de la Semana de la Moda de otoño-invierno, fecha marcada a nivel internacional, y presenta una oda a la costura hecha a mano y a la influencia italiana en las piezas de la casa.
A la primera sala del recorrido, en la que se pueden ver las prendas artesanales más emblemáticas de la firma desde que comenzó en la alta costura en 2012, se suma la parte dedicada al taller que mantiene en Milán, en el que trabajan 120 personas.
Esta sala es una reproducción del obrador con la presencia de cinco modistas que se han desplazado en primer lugar a París para la exhibición (luego viajará a otros países) y a las que se puede ver trabajando a mano en las piezas de la firma ante la mirada curiosa de los visitantes.
"Es una idea especial porque ellas estaban con nosotros cuando se montó la exhibición. Se ocuparon de la ropa y de los maniquís", explica a EFE la comisaria de la exposición, Florence Müller.
El resto de la muestra relata los diferentes episodios de la historia de Italia y aspectos de su tradición cultural que influencian el trabajo de Dolce & Gabbana, con una sala inmersiva en la que el vídeo y la música se confunden con los diseños inspirados en los grandes pintores del Renacimiento.
Pintura y arquitectura se dan la mano a través de unos abrigos con estructuras monumentales y una decoración que bebe directamente de la admiración de los diseñadores por la Venus de Botticelli, las vírgenes de Leonardo Da Vinci o la naturaleza muerta de Caravaggio.
El origen siciliano de Domenico Dolce impacta también en sus diseños a través de la cerámica, el café y los carros de dos ruedas, en cuya sala temática destaca un voluminoso y colorido vestido coronado por un tocado inmenso de plumas y acompañado por un corsé que simula la cerámica insular de la región.
Además de la tradición local y la historia italiana, si hay un arte que sobresale en esta exposición es la ópera, con una impresionante colección de conjuntos inspirados en la Traviatta, Rigoletto, Aïda y Puccinni distribuidos como en un escenario.
El objetivo final, en palabras de Müller, es "rendir homenaje a todo lo que constituye el arte y la cultura italianos, desde la arquitectura, la escultura y el interiorismo hasta el teatro, el arte de la cristalería y, por supuesto, la moda".
Por ello, hay otras prendas inspiradas en compositores italianos de música clásica y obras cinematográficas como 'Il Gattopardo' (El Gatopardo).
El leopardo precisamente es un animal que ha inspirado numerosas creaciones de los diseñadores y que se ha convertido en una seña de identidad de Dolce & Gabbana, pero en este caso representa el cambio social de la Italia de Garibaldi y la progresiva caída de la aristocracia. EFE
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