Manila, 9 ene (EFE).- Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves abusos contra los derechos humanos de comunidades indígenas y rurales de Filipinas a causa de la minería de níquel, así como un alza de enfermedades y de la contaminación en el que es el segundo mayor productor de este metal del mundo.
La organización denunció "procesos de consulta gravemente deficientes" entre las comunidades afectadas, tras investigar zonas de minería en las provincias de Zambales y Palawan, así como un rastro de "deforestación, contaminación por metales y problemas de salud".
En un informe titulado '¿Qué obtenemos a cambio? Cómo perjudica a los derechos humanos el auge del níquel en Filipinas', AI afirmó que las autoridades y las empresas no explicaron adecuadamente el impacto de la minería a pesar de estar obligadas a ello por la legislación del país asiático e internacional.
Como resultado de la extracción de este mineral, empleado para la fabricación de baterías de iones de litio claves en la transición energética y en los vehículos eléctricos, "los pueblos indígenas y las comunidades rurales están pagando un precio muy alto", denunció la presidenta de AI Filipinas, Verónica Cabe.
Desde un aumento de problemas de salud respiratorios y cutáneos, pasando por la contaminación de fuentes de agua dulce, la organización llamó a las marcas de vehículos eléctricos a una mayor transparencia en la cadena de suministro del níquel.
De lo contrario, "no pueden decir que éstos no están manchados por los abusos contra los derechos humanos y el medioambiente en Filipinas".
Las reservas de níquel sin explotar de Filipinas estaban valoradas en unos 4.070 millones de dólares, según datos de la Autoridad Nacional de Estadísticas, y es el segundo mayor productor de este mineral por detrás de Indonesia. No obstante, el país asiático tan solo ha explorado una pequeña parte de sus reservas. EFE