Washington, 8 ene (EFE).- La Casa Blanca insistió este miércoles en acusar a los paramilitares sudaneses de cometer un genocidio en el país africano, al tiempo que negó que la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza pueda calificarse de genocidio.
Así se expresó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una rueda de prensa después de que el Departamento de Estado concluyera el martes que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y sus aliados "han cometido un genocidio" en el marco de la guerra civil en Sudán.
"No hay ningún genocidio por parte de Israel contra los palestinos", respondió Kirby al ser preguntado sobre si la situación de Sudán es comparable con la de Gaza.
El portavoz subrayó que en Sudán hubo un genocidio por "la matanza, la violación, el asesinato y las torturas desenfrenadas, sistemáticas, directas y deliberadas contra personas por su origen étnico o su fe".
"Esto no es lo que estamos viendo en Gaza, simplemente no", insistió Kirby, quien afirmó que el Ejército israelí no mata a "personas inocentes por el hecho de ser palestinos".
El portavoz agregó que eso no significa que "no haya habido demasiadas víctimas civiles en este conflicto" y recordó que la Administración de Joe Biden ha insistido a Israel que debe ser "más cuidadoso con el número de víctimas civiles en Gaza" porque es "inaceptablemente alto".
"Por más devastadoras que hayan sido las víctimas civiles y los daños a la infraestructura, por más duras hayan sido algunas de las operaciones, no se considera genocidio. Hay una distinción sencilla", opinó.
La ofensiva israelí sobre Gaza, que arrancó el 7 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamás, ha dejado ya más de 45.800 muertos palestinos y 11.200 desaparecidos, además de una catástrofe humanitaria sin precedentes en el enclave.