Bruselas, 8 ene (EFE).- La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, acusó a Rusia de usar el gas como "arma" en su "guerra híbrida" contra Moldavia, a cuyas autoridades expresó la "inquebrantable solidaridad" de la UE.
"Rusia sigue utilizando el gas como arma y una vez más Moldavia es el objetivo de su guerra híbrida", afirmó Kallas en un mensaje en sus redes sociales tras mantener una conversación con el primer ministro de la ex república soviética, Dorin Recean, a quien reafirmó la "inquebrantable solidaridad" del club comunitario.
La jefa de la diplomacia europea destacó que, "gracias al apoyo de la UE, Moldavia sigue siendo resistente y está bien conectada a las redes energéticas europeas".
El pasado 13 de diciembre, Moldavia decretó el estado de emergencia energética por 60 días ante la amenaza de una crisis humanitaria debido al previsto corte del tránsito del gas ruso por el territorio de Ucrania, que entró en vigor el 1 de enero de este año.
Los problemas energéticos se están registrando en la región separatista moldava de Transnistria, cuyas autoridades duplicaron desde la víspera los cortes de electricidad a ocho horas diarias repartidas en dos tramos.
Las autoridades locales reconocieron que son miles las viviendas en el territorio habitado por menos de medio millón de habitantes que no tienen acceso a electricidad, gas o agua caliente.
Debido a la reducción del suministro, las autoridades separatistas se vieron obligadas a suspender a principios de año las actividades de todas las empresas, con la excepción de la industria alimentaria.
La central termoeléctrica de Kurchugan que también suministraba electricidad al resto de Moldavia tuvo que suspender el bombeo y emplear carbón en vez de gas.
Según las autoridades, la central cuenta con reservas de carbón que permitirán garantizar durante casi dos meses el suministro de electridad a los consumidores de la región, leal a Rusia desde que rompiera lazos con Chisinau hace más de 30 años.
Hasta hace poco, dicha planta también cubría el 80 % de las necesidades de Moldavia, que desde el comienzo de la guerra en la vecina Ucrania importa energía de Rumanía, aunque a un precio más elevado.
Moldavia, que anunció planes de suministrar electricidad a varias localidades de la región separatista, también ha ofrecido a Transnistria ayuda para adquirir gas en el mercado europeo. EFE