La Habana, 8 ene (EFE).- El Gobierno cubano aseguró este miércoles que sigue con "total atención" la investigación sobre las causas de las explosiones registradas la víspera en un almacén de armamento y municiones en la provincia oriental de Holguín, que resultaron en la desaparición de 13 militares.
"Lamentamos profundamente el incendio ocurrido en un almacén del Minfar (Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias), en Melones, municipio holguinero de Rafael Freyre. Nos solidarizamos y acompañamos a las familias de las 13 personas desaparecidas. Se le presta total atención a lo sucedido allí y se investigan las causas", escribió en redes sociales el presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel.
En ese mismo sentido, el primer ministro, Manuel Marrero, resaltó en X que las autoridades "continúan la búsqueda de las personas desaparecidas y la investigación de las causas de lo sucedido".
De igual forma, el canciller, Bruno Rodríguez, destacó en la misma red social que la "máxima dirección del Partido" Comunista de Cuba (PCC, único legal), así como del "Gobierno de Cuba, sigue con atención el incendio ocurrido" en la localidad al este de la isla.
Hasta el momento se desconocen las causas del suceso, ocurrido en la comunidad de Melones. De acuerdo con el Minfar, citado por la prensa oficial, 1.245 pobladores de la comunidad de La Púa (a unos 30 kilómetros) fueron evacuados.
El Ministerio había informado, antes de confirmar las desapariciones, que los equipos de emergencia realizaban "acciones para precisar el estado en que se encuentra el personal que inicialmente se enfrentó al hecho, así como los daños al patrimonio".
De acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias, nueve de los desaparecidos son soldados, dos son suboficiales segundos y dos son mayores.
De igual forma, añadieron que las familias "fueron oportunamente" informadas por "el Partido" y "el Gobierno".
Las primeras noticias sobre las explosiones en la prensa oficial cubana surgieron en las primeras horas de la mañana del martes. En ellas, se destacó que el evento no representaba un "peligro para la comunidad". EFE
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