Seúl, 6 ene (EFE).- La Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO por sus siglas en inglés) solicitó este lunes a la Policía que se haga cargo de ejecutar la orden de arresto temporal contra el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, a cuenta de su declaración de la ley marcial.
El CIO ha realizado la petición por carta a pocas horas de que caduque la orden y después de que el viernes el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS) impidiera a agentes del propio organismo acompañados por decenas de policías acceder a la residencia de Yoon para detenerlo tras un tenso encaramiento que duró horas.
Un representante policial contó a la agencia Yonhap que la Policía está evaluando internamente la viabilidad legal de la petición del CIO.
Dado que la orden obtenida para detener e interrogar a Yoon (que ignoró tres citaciones para declarar) caduca la medianoche de hoy lunes hora local (15.00 GMT) se prevé que las autoridades traten de apresarlo de nuevo en las próximas horas o soliciten extender la validez del decreto.
El domingo, el mismo tribunal que expidió la orden desestimó una solicitud para anular el mandato realizada por los abogados de Yoon, que argumentan que solo la Fiscalía, y no el CIO, puede solicitar un arresto por un supuesto delito de insurrección, el único al que no es inmune un presidente surcoreano.
Corea del Sur castiga a los líderes de un movimiento de insurrección con cadena perpetua o la pena capital (sobre la cual existe una moratoria en el país desde hace casi 40 años).
En caso de que puedan arrestarlo, el equipo conjunto que lo investiga formado por el CIO, la Policía y el Ministerio de Defensa Nacional, dispone de 48 horas para interrogar a Yoon e incluso solicitar una orden para prolongar la detención si lo cree necesario.
El presidente surcoreano, al que se ha prohibido salir del país, fue destituido por el Parlamento el pasado 14 de diciembre y está a la espera de que el Tribunal Constitucional decida de aquí a Junio si lo restituye o lo cesa definitivamente. EFE