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Céline Aemisegger
Berlín, 5 ene (EFE).- El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) presentó este domingo los carteles de la campaña de cara a los comicios de febrero, en los que el candidato a canciller, Olaf Scholz, apuesta por el "Made in Germany" al estilo de Donald Trump y por la reducción de la burocracia, tarea que en EE.UU. ha sido encomendada a Elon Musk, quien ha sido acusado de injerencia en las elecciones germanas.
"La campaña electoral realmente comienza ahora", afirmó el secretario general del SPD, Matthias Miersch, en un acto del partido en Berlín, flanqueado por carteles electorales con la cara de Scholz, quien promete "con seguridad" más crecimiento, más ingresos netos y pensiones estables.
Los socialdemócratas quieren reducir las cargas fiscales al 95 % de la población con diversas medidas, entre ellas una rebaja de los impuestos que sería financiada con una subida para el 1 % que más gana, el rechazo a las jubilaciones a los 70 años, la reducción del IVA para los alimentos del 7 % al 5 % y la subida del salario mínimo a 15 euros, que actualmente es de 12,82 euros a la hora.
Según Miersch, el objetivo es que las familias alemanas tengan disponibles unos 100 euros más al mes.
Pero en el SPD, que en la encuesta de INSA de este domingo ocupa el tercer lugar en la intención de voto con un 16 %, por detrás de los conservadores (31 %) y la ultraderechista Alternativa de Alemania (AfD) (20 %), giraba este domingo todo en torno a la bonificación "Made in Germany" (Hecho en Alemania).
Los socialdemócratas pretenden con ella garantizar los empleos y las inversiones en el país centroeuropeo, que probablemente en 2024 encadenó su segunda recesión consecutiva.
La idea es conceder un crédito fiscal del 10 % de los costes de inversión para atraer fondos que se queden en el país y beneficie a la economía y las empresas alemanas.
La bonificación fiscal "es exactamente la medida adecuada que nuestra economía necesita ahora" para seguir siendo competitiva, señaló Scholz ante los medios.
"Especialmente en tiempos en los que la economía mundial atraviesa grandes dificultades y también se ve amenazada por el hecho de que las medidas proteccionistas pueden perjudicar y obstaculizar el desarrollo económico", afirmó en alusión a los aranceles que quiere implantar Trump una vez esté en la Casa Blanca en 15 días.
Scholz reconoció tras reunirse con los responsables del comité de empresa de ThyssenKrupp y Bosch -que han anunciado la eliminación de miles de puestos de trabajo- que Alemania necesita tomar medidas para reanimar a la industria.
Para ello propone limitar a 3 céntimos el precio de la electricidad para los grandes clientes industriales. También quiere fomentar la fabricación de baterías y semiconductores y apoyar los automóviles eléctricos, un sector en el que Alemania, el otrora gran fabricante de coches, se ha quedado atrás ante la competencia china.
Todo eso debe hacerse con una reducción de la burocracia, enfatizó, un paso que también quiere dar Trump en EE.UU. de la mano de Musk, quien ha invertido en una planta de Tesla en Alemania, pero quien en las últimas dos semanas ha atacado duramente a Scholz.
Y no únicamente, sino también al presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, y al candidato de Los Verdes a canciller, Robert Habeck, tras ser criticado por ellos por tratar de influir en las elecciones y al haber apoyado públicamente a la AfD.
Scholz reiteró este domingo que los socialdemócratas están "acostumbrados desde el siglo XIX a que empresarios ricos de los medios tengan opiniones diferentes".
"Eso no es nada nuevo, lo que sí es nuevo es el hecho de que se trata de un empresario de medios global. Lo que sí es nuevo es el hecho de que no se sabe cómo los algoritmos (de plataformas como X) forman la opinión pública", afirmó.
Pero, añadió, "lo crucial es que el señor Musk apoyó a un partido que es en parte de extrema derecha y (...) eso es algo con lo que no sólo no estoy de acuerdo, sino que lo rechazo".
La AfD ha sido declarada por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución como un partido en parte de ultraderecha y algunos de sus líderes como abiertamente ultraderechistas. EFE
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