La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, ha comenzado este pasado viernes una gira por Líbano y Siria para evaluar en persona la situación humanitaria exacerbada por los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, en el caso del primer país, y en medio de las secuelas de la guerra civil, la caída del expresidente Bashar al Assad y los ataques israelíes en el escenario sirio.
En Líbano, Spoljaric ha recordado las "inmensas necesidades humanitarias de la población civil" y pedido la preservación del enormemente frágil alto el fuego "porque los civiles no se pueden permitir un nuevo descenso a la violencia".
"El mantenimiento del alto el fuego es esencial para que las familias puedan regresar a sus hogares, reconstruir sus vidas y para que la asistencia humanitaria llegue a quienes la necesitan", ha manifestado la presidenta del CICR antes de recordar los "enormes desafíos humanitarios a los que se enfrenta un país marcado por una destrucción generalizada que exacerba las crisis económicas y sociales existentes".
"Miles de personas siguen desplazadas, luchando por un acceso limitado a la atención médica, los servicios esenciales y los medios de vida. Estos desafíos existen en toda la región, incluidas las condiciones catastróficas en Gaza y las necesidades significativas en Siria, que ponen a prueba la capacidad de respuesta de las organizaciones humanitarias", ha indicado.
"El derecho Internacional Humanitario sigue aplicándose y es inequívoco: los civiles deben ser protegidos y su acceso a la ayuda humanitaria debe ser garantizado", ha añadido Spoljaric, que viajará este sábado a Siria para reunirse "con las autoridades nacionales y locales y evaluar las necesidades humanitarias en el país", según el CICR.