El Congreso de EE.UU. inicia una nueva legislatura con una mayoría débil pero fiel a Trump

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Esteban Capdepon Sendra

Washington, 3 ene (EFE).- El 119 Congreso de Estados Unidos comenzó este viernes su mandato por un plazo de dos años, bajo el control en ambas cámaras de los republicanos -que lograron la reelección de Mike Johnson como presidente de la Cámara de Representantes in extremis y evitando una crisis de unidad-, con la mayoría más débil en casi un siglo y a pocos días de que Donald Trump se convierta de nuevo en presidente.

La legislatura ha echado a andar marcada por la votación para elegir al presidente de la cámara baja, el tercer cargo más importante en Estados Unidos, con una votación que comenzó mal para los republicanos y tuvo que enmendarse para evitar un primer cisma entre los conservadores.

El republicano Mike Johnson, que contaba con el apoyo de Trump, logró la reelección como 'speaker' (la acepción del cargo en inglés) después de que dos de los legisladores de su bancada, que habían votado por otro candidato en la primera ronda, cambiaran su voto in extremis.

Finalmente, Johnson ha obtenido 218 votos a favor frente a los 215 de Hakeem Jeffries, el candidato demócrata al que han votado en bloque todos los de su partido.

Al terminar la primera votación, el republicano no tenía la mayoría porque los congresistas de su bancada Thomas Massie, Keith Self y Ralph Norman habían votado por otro candidato.

Pero antes de que se cerrara la votación, Johnson consiguió que Self y Norman modificaran el sentido de su voto en una negociación que pudo ser seguida por los periodistas parlamentarios en el pleno.

De este modo, el republicano consiguió recuperar el cargo que ocupa desde octubre de 2023, cuando fue elegido para sustituir a Kevin McCarthy después de que lo destituyera su propio partido.

Pese a que los republicanos ganaron, tras las pasadas elecciones, las dos cámaras legislativas, en la Cámara de Representantes solo gozaban de una ventaja de 5 escaños (220-215), que se vio reducida después de que el nominado a Fiscal General, el congresista republicano Matt Gaetz, renunciara a su puesto tras verse envuelto en un escándalo por conducta sexual inadecuada en el que hay involucrada una menor.

Por eso, los republicanos no se podían permitir ni la más mínima muestra de división dentro del partido, y airear la primera derrota para el presidente electo Trump cuando aún ni siquiera ha empezado su segundo mandato.

Trump había apoyado expresamente a Johnson en redes sociales y esta misma mañana, antes de que empezara la votación, le deseó suerte desde su red social, Truth Social.

"Ningún speaker es perfecto y ninguno de nosotros lo será. Sin embargo, alcanzar la perfección requiere avances graduales y decisiones difíciles. El objetivo colectivo fundamental de este órgano es hacer progresar al pueblo estadounidense al que representamos y eso es precisamente lo que hemos hecho", dijo Lisa McClain, la presidenta de los republicanos en la Cámara en un intento de mantener al partido unido.

El nuevo Congreso dará la bienvenida al menos a una decena de nuevos senadores y a más de 60 miembros de la Cámara de Representantes. Dos de las nuevas senadoras han conseguido un hito: la victoria de Lisa Blunt Rochester y Angela Alsobrooks, ambas demócratas, hace que por primera vez haya dos mujeres negras en el Senado.

Asimismo, Sarah McBride, legisladora de la Cámara por Delaware, se ha convertido en la primera mujer trans en llegar al Congreso y Emily Randall, en la primera mujer latina de la comunidad LGTBI.

Por su parte, el demócrata Rubén Gallego se ha convertido en el primer senador latino por Arizona después de ganar a la trumpista Kari Lake.

El Senado celebró este viernes también su sesión inaugural. En este caso no había ninguna votación crucial, ya que tras las elecciones solo se renovó un tercio de la cámara y el líder de la mayoría republicana, John Thune, ya fue elegido hace unas semanas.

Los legisladores de las dos cámaras legislativas del país, la Cámara de Representantes y el Senado, han jurado su cargo y dieron inicio a la nueva legislatura. Lo hicieron ante la vicepresidenta y perdedora de las elecciones, Kamala Harris, cuyo rol es también la de presidenta del Senado.

Después de superar este escollo, Donald Trump puede encarar tranquilo los días que le quedan hasta su investidura, el próximo 20 de enero, aunque los estrechos márgenes puestos en evidencia este viernes marcarán su agenda legislativa. EFE

(foto)(video)

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