París, 2 ene (EFE).- Francia insiste en su voluntad de mantener el marco que en 2022 fijó con Argelia para desarrollar las relaciones bilaterales, pese al enfriamiento que han sufrido desde el pasado verano y los ataques directos lanzados el domingo por el presidente argelino, Abdelmajid Tebboune.
El ministerio francés de Exteriores, a través de un portavoz, no quiso responder este jueves a esas declaraciones de Tebboune e insistió en defender la "relación con Argelia, con la que estamos unidos por vínculos humanos densos e intereses compartidos".
El portavoz explicó que la declaración de Argel que firmaron en agosto de 2022 el propio Tebboune y el presidente francés, Emmanuel Macron, "sigue siendo el marco de nuestra relación".
"Es -añadió- la hoja de ruta que acordamos con las autoridades argelinas y que queremos seguir desarrollando en los diferentes sectores de cooperación bilateral".
Para el departamento francés de Exteriores "el diálogo es indispensable porque compartimos muchos intereses y preocupaciones, en particular sobre las cuestiones de seguridad regional, en el Sahel y en Libia".
En un discurso a la nación el pasado domingo, el jefe del Estado argelino cargó contra Francia sobre todo por la posición de París en favor de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Tebboune afirmó que la idea de la autonomía para el Sáhara Occidental "es francesa, no marroquí, y estábamos al tanto desde hace décadas", y denunció que, "para ellos, la solución en el Sáhara Occidental va entre lo malo y lo peor".
También criticó a Francia por "haber dejado estragos" durante los 132 años que estuvo colonizando Argelia y exigió que París limpie la "basura nuclear" que dejó en el Sáhara argelino durante los ensayos que hizo allí en ese periodo colonial.
Las relaciones entre París y Argel, que siempre viven continuos altibajos, pasan por un momento particularmente delicado desde que el 30 de julio Macron dijo que el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es "la única base" para una solución a la crisis en la que está sumida desde hace medio siglo la antigua colonia española.
El presidente francés descartó así la opción de un referéndum de autodeterminación que exige el Polisario y apoya Argelia, e insistió en que "el presente y el futuro del Sáhara occidental se inscriben en el marco de la soberanía marroquí".
Un nuevo episodio del enfriamiento de las relaciones se ha venido a sumar con el arresto en Argel el pasado noviembre del escritor franco-argelino Boualem Sansal, a su llegada de Francia, acusado de atentar contra la integridad del Estado argelino y que ahora se encuentra detenido en un hospital.
Aunque no ha tenido acceso al dosier de acusación, el abogado francés de Sansal dijo estar convencido de que lo que hay detrás de su detención son unas declaraciones de su cliente a un medio francés de extrema derecha, Frontières.
En ellas alegaba que la parte occidental de la Argelia actual había sido transferida "arbitrariamente" desde Marruecos, país al que pertenecía en el momento de la colonización francesa.
Preguntado sobre la situación de Sansal, y sobre el hecho de que Tebboune también se hubiera referido a él indirectamente, el portavoz del ministerio francés de Exteriores indicó que siguen estando "muy preocupados" por él.
"La libertad de opinión y de expresión son derechos fundamentales que defendemos sin descanso", comentó antes de precisar que los servicios del Estado francés continúan "plenamente movilizados" por "la situación de nuestro compatriota" y permitirle beneficiarse de la protección consular. EFE