Madrid, 2 ene (EFE).- España rozó en 2024 el récord de llegadas irregulares de migrantes registradas en un año, con 63.970 entradas, algo por debajo del máximo histórico de 2018, de 64.298, según el informe publicado este jueves por el Ministerio del Interior del país.
Respecto a 2023, las llegadas de forma irregular crecieron un 12,5 por ciento, con 7.118 más respecto de las 56.852 de ese año.
Aunque próximos a los de 2018, los datos son muy diferentes, pues hace seis años la gran mayoría de los accesos fueron por vía marítima a la España peninsular y las islas mediterráneas de Baleares (54.703), en tanto que solo 1.307 llegaron al archipiélago atlántico de Canarias.
En 2024, en cambio, el grueso de entradas -el 73,2 por ciento del total- se registró, con 46.843, a través de la ruta canaria, considerada una de las más peligrosas del mundo para los migrantes.
El año que acaba de terminar comenzó con un ritmo de llegadas alto, con 8.067 en enero y 5.968 en febrero, y luego se mantuvo entre 2.121 y 3.731 hasta julio, cuando comenzó a repuntar hasta las más de 6.000 en agosto y septiembre.
Después de un octubre con niveles más bajos (4.934), en noviembre las entradas volvieron a dispararse y este se colocó como el mes con más accesos irregulares (9.811), hasta los 6.994 de diciembre.
En cuanto a Canarias, durante el año que acaba de terminar esas 46.843 personas suponen un 17,4 % más que el año anterior, con 6.933 migrantes más.
El pasado 26 de diciembre el colectivo Caminando Fronteras, que investiga desapariciones de migrantes en el mar de camino a España desde la costa africana, reveló que 10.457 personas perdieron la vida en 2024 intentando llegar a las costas españolas, una media de casi 30 por día, la gran mayoría (9.757) en la ruta atlántica hacia Canarias.
También aumentó el número de embarcaciones en las que arribaron los migrantes en 2024 a ese archipiélago: 692 frente a las 610 de 2023, un 13,4 % más.
A diferencia de esta ruta, las llegadas por mar a Ceuta y Melilla, ciudades españolas en el norte de África fronterizas con Marruecos, han bajado respecto a 2023: de 67 a 28 en el caso de la primera y de 206 a 21 en la segunda.
A la España peninsular y Baleares llegaron por mar el año recién finalizado 14.432 personas, con una reducción del 6,5 %, 1.004 migrantes menos, respecto a doce meses antes.
Lo hicieron en 1.100 embarcaciones, 60 menos que en 2023.
En cambio, las entradas por vía terrestre a Ceuta aumentaron respeto a 2023: 2.531 personas llegaron por esta vía en 2024 frente a los 1.086 del año anterior, es decir, 1.463 más (un 137 %).
Y en Melilla, los accesos por este medio descendieron un 30,1 %, de los 166 de 2023 a los 116 de 2024.
Ceuta y Melilla son las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea en África.
Estos datos reflejan las cifras de un fenómeno, el de las llegadas irregulares, que representa una parte mínima de la inmigración en el país.
De hecho, en los últimos diez años, el 94 % de los migrantes que han llegado a España lo han hecho de forma regular, según explicó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el pasado octubre.
Pero esta parte de la realidad migratoria del país ha copado buena parte del debate público y político en 2024, ante cuestiones como la falta de acuerdo de los partidos para encontrar una solución para los más de 5.800 menores no acompañados que tutela Canarias o las diferentes iniciativas impulsadas para facilitar la regularización de las personas que viven sin papeles -y, por lo tanto, sin muchos derechos- en España. EFE