Ciudad del Vaticano, 1 ene (EFE).- El cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, se declaró optimista tras la reunión de ayer entre el nuevo líder sirio, Ahmed al Sharaa, y una delegación de la comunidad cristiana en Damasco, en una entrevista publicada este miércoles por el portal Vatican News.
"Se trata de un acontecimiento que en la historia de Siria era inimaginable hasta hace tres semanas", señaló Zenari, en contacto con algunos de asistentes en la reunión, entre ellos obispos y sacerdotes que "quedaron con una cierta esperanza para el futuro de Siria".
Según el nuncio, Al Sharaa les "prometió que será una Siria para todos, inclusiva, y les deseó una feliz Navidad y un año de paz".
Zenari comentó que hace una semana se encontró él mismo con el ministro de Exteriores de la nueva administración siria, en un contexto de incertidumbre para cristianos por la llegada al poder de los islamistas que derrocaron al régimen de Bachar al Asad.
De acuerdo con el representante vaticano, las distintas partes parecen entenderse en cuestión de principios y valores elementales, aunque advierte de que falta "pasar de las palabras a los hechos".
Sin embargo, de acuerdo con los encuentros recientes en Alepo y otros puntos del centro y sur de Siria, líderes cristianos y obispos han mostrado lo que Zenari califica como un "cauto optimismo".
"He dicho a los cristianos: no teman, quédense. Este no es momento de irse de Siria, sino de regresar, incluso para aquellos que están fuera. Debemos estar en primera línea en la reconstrucción del país, promoviendo los valores de derechos humanos, libertad y respeto para todos", enfatizó el nuncio.
Zenari apela a profesionales sirios, incluyendo juristas, médicos o ingenieros, a apoyar ante el proceso constituyente. "Es el momento de arremangarse y trabajar. Si un día no nos quieren aquí, diremos adiós, pero mientras tanto debemos estar presentes", dice el nuncio.
Con todo, reconoce también que los desafíos ante el futuro de Siria son muchos, y apela a la comunidad internacional a actuar para respaldar el proceso de consolidación de un marco de paz en el país.
"Es una paz muy frágil y un momento muy delicado. El nombre de la paz es desarrollo. Una Siria destruida, con una economía colapsada, infraestructura dañada, hambre y carencias, no puede sostenerse. Si queremos paz, debemos asegurar desarrollo", concluye Zenari. EFE