Condenados a muerte trece soldados de la RDC por asesinato, saqueo y huida ante el enemigo

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Kinsasa, 1 ene (EFE).- Un tribunal militar de la provincia de Kivu del Norte, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), condenó este martes a muerte a trece soldados del Ejército congoleño por asesinato, saqueo y huida ante el enemigo.

"De los 23 soldados juzgados en flagrante delito, trece fueron condenados a muerte por asesinato, saqueo durante el estado de sitio y cobardía. Otros cuatro recibieron condenas de entre uno y diez años por disipar municiones de guerra, violar órdenes y simple robo", declaró el presidente del Tribunal Militar de la Guarnición de la ciudad de Butembo, Byamungu Munanira, citado este miércoles por medios locales.

Otros seis soldados de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) fueron absueltos por falta de pruebas.

El teniente Harris Kabundi Kabala, oficial de la Fiscalía, dijo a la prensa que se trataba de un proceso "puramente pedagógico", según la agencia de noticias congoleña.

"Nuestra misión no es solo castigar a los militares, sino poder reforzar la disciplina y poner fuera de combate a cualquier militar que se comporte mal", afirmó.

Aunque la defensa dijo estar satisfecha con el veredicto, anunció que apelará.

"Vamos a apelar en nombre de nuestros trece clientes condenados a muerte. Pero estamos satisfechos con el veredicto", dijo uno de los abogados de los acusados, Jules Muvweko, también citado por medios locales.

El pasado julio el mismo tribunal condenó a muerte a otros 25 soldados también por huir del enemigo, el poderoso grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), enfrentado con el Ejército regular.

Desde la reciente reanudación de los combates del M23, los insurgentes han arrebatado al Ejército el control de numerosas zonas en el territorio de Lubero, en Kivu del Norte, y decenas de miles de civiles han huido de sus casas.

La actividad armada del M23 se reactivó en 2022 después de años de relativa calma.

Desde entonces los rebeldes han avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de la capital provincial, Goma, que ocuparon durante diez días en 2012, antes de retirarse por la presión de la comunidad internacional.

Los insurgentes han tomado el control de carreteras que unen el resto del país con esa estratégica ciudad, de más de un millón de habitantes y base de numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU.

Además de una crisis humanitaria, sus combates han desencadenado tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo rebelde, extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado pese a haber sido confirmado por la ONU.

A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en el año 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses (hutus) exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país, una colaboración también confirmada por la ONU.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE

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